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, por Tabaré

El futuro ya llegó y es un libro

Con las grandes empresas limitadas al negocio de los Best Sellers, y los autores “comerciales”, más de 100 nuevos emprendimientos editoriales van sumando lectores y abren el juego a nuevas voces.

Lo invisible (y no tanto) es que en los últimos años, han surgido en el país más de cien nuevas editoras de libros. Para mensurar este fenómeno, habría que ahondar en otras áreas de la cultura que también han eclosionado y van buscando -y peleando- su propio espacio y las trabas e impedimentos que surgen a su paso.

En cine es un ejemplo, en un país donde casi el 80 por ciento de los films realizados no tienen sala de exhibición o de exhibición precarizada a una sala; o los grupos musicales que no tienen ámbitos, que son empujados al margen; los artistas plásticos que no tienen galerías para exponer sus trabajos, son algunos de los sectores socioculturales que están luchando por su espacio.

Por eso, al traer el fenómeno editorial, estas más de cien editoriales, vienen a llenar un vacío, vacío que tiene su impronta en la extranjerización de las grandes grupos editoriales, vendidas durante los años del neoliberalismo o, en todo caso, asociadas a las empresas multinacionales, quiénes se apropiaron de la agenda cultural, agenda que responde –como sucede con el cine- a imponer sus grandes bets sellers y los escritores de su curricula.

En esta nota, dada la imposibilidad de abarcar el conjunto de este fenómeno editorial, nos remitiremos a presentar los grupos o artistas que conforman la Feria del Libro Independiente y Alternativa (FLIA), y algunos emprendimientos editoriales que parecen tener una carnadura mayor, en recursos y objetivos.
Feria del Libro Independiente y Alternativo

“La primera feria del libro independiente y alternativo (FLIA) la hicimos en el 2006. Y la hicimos contra la Feria del Libro, digamos, que estábamos afuera y eso molestaba. De este gesto de indignación -ya que la Feria del Libro está cerrada a expresiones que no conformen los cánones de las grandes empresas o sectores sociales establecidos- se lanza la propuesta de hacer una feria paralela. Fue un grito, un llamado. Y la respuesta fue muy buena. Superó expectativas. Además, era una convocatoria abierta a todos los sectores culturales.

Y a partir de ese intercambio también multidisciplinario cultural, ya que participaron no sólo literatos sino también artistas plásticos, visuales, circenses, músicos, actrices y actores, documentalistas, cineastas y más. Desde ese llamado, la feria no ha parado de expandirse por todo Argentina en ciudades de Córdoba, Santa fe, Neuquén, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Río Negro y Chubut. Y cada día se suman. Esto nos cuenta Simón Inguoville, editor, mano santa de La Libre, librería donde todo es suceder, reuniones, exposiciones, presentaciones de libros propios y ajenos.

Con ingresar a poco a poco hemos ido tomado conciencia que esta cultura e identidad, y decimos latinoamericana, ya ha traspasado las barreras y obstáculos que impone el sistema mercantil - capitalista. Creemos en la unión de los pueblos y que su lazo es nuestra independencia, la libertad que nace de autogobernarnos y gestionarnos como raza de la madre-tierra.

La organización es a través de asambleas horizontales y abiertas para quienes busquen compartir su trabajo y/o su pasión por el arte.

Voces

Hace días, Matías Reck, editor de Milena Caserola y uno de los creadores de la Feria del Libro Independiente y Alternativa (FLIA), fue entrevistado antes de salir para Cuba a participar en 22ª Feria Internacional del Libro de La Habana. “Vamos a Cuba a buscar refugio, asilo editorial. A ver si allí todavía no se confunde editor con empresario, feria del libro con shopping de derechos, autor con escriba-esclavo, libro con OVNI, objeto vendible no identificado. Quienes aquí confunden estos términos seguramente no han participado de la Feria del Libro Independiente y Alternativa, donde hace siete años venimos recuperando lo que alguna vez Boris Spivacow, José Luis Mangieri, Jorge Álvarez, entendieron y entienden como mercado editorial: lugar de intercambio de la palabra escrita, apuesta por nóveles escritores y aquellos trabajadores de la palabra, que mediante su poesía o narrativa intentan cambiar, modificar o al menos cuestionar el orden establecido.

Enzo Maqueira, de Ediciones Outsider, autor de "Cortázar, de cronopios y compromisos" (2003), "El perseguidor de la libertad" (2004), "Historias de putas" (2008), "Ruda macho" (2010) y "El impostor" (2011), entre otros. Esto decía Enzo: Hace diez años el país se derrumbó y con la primera década del siglo comenzaron a abrirse distintas oportunidades para nuevos escritores y editores que antes no había. Muchos estaban realmente imposibilitados a la hora de publicar en las editoriales multinacionales y el único camino posible fue la autoedición o la consecución de los proyectos autogestivos “a pulmón” como Eloísa Cartonera, Funesiana, Mancha de Aceite y tantos otros. Al mismo tiempo surgió el blog, que fue una plataforma de publicación virtual; y más adelante las redes sociales. Entonces tenemos diez años de personas que –sin lugar en las editoriales tradicionales– comienzan a construir su propio espacio. Esa agrupación de personas se empieza a reunir y le da forma a la FLIA, a las lecturas, y a la novedosa forma de participación política o activismo cultural de las redes sociales.

La web

Dentro de todo este renacer con sus variables, las discusiones a futuro son duras, ya que este despertar editorial se produce con un cambio fundamental como son los espacios de comunicación que posibilita la red. Ante una pregunta al respecto,

Juan Terranova - Me gustan los rinocerontes –Textual, en su Facebook, que es parte activa de esta movida, nos dice; "El futuro de las pequeñas y medianas editoriales, también llamadas independientes, ya llegó y es la web, con sus redes sociales, su producción acelerada de contenidos y redistribución del acceso. Es un arma importante y desregulada que tiene que usar sí o sí si quieren avanzar y terminar de establecerse. La comunidad de lectores hoy pasa por la web. Y lo mejor es que las grandes empresas editoriales, confiados en los viejos patrones analógicos, la desmerecen y no invierten en ella. No me refiero solo a los libros electrónicos sino a la actividad de lectura misma que siempre viene atada al aparato crítico, a revistas y comentarios y a toda una comunidad que se tensiona para que sea ese texto el que se lea y no otro. Como país periférico, ganamos mucho más de lo que perdemos con la web."

Eloisa Pionera

Eloissa Cartonera fue bandera emblemática de los nuevos espacios y necesidades culturales que se presentaron al nacer del nuevo siglo: La presentación de este editorial, dice; A principio del 2003, cuando comenzamos con Eloísa Cartonera, no podíamos imaginar un presente mas lindo. Comenzamos con la crisis de esos años, como algunos dicen “somos un producto de la crisis”, o, “estetizamos la miseria”, ni una cosa ni la otra, somos un grupo de personas que se juntaron para trabajar de otra manera, para aprender con el trabajo un montón de cosas, por ejemplo el cooperativismo, la autogestión, el trabajo para un bien común, como movilizador de nuestro ser. Nacimos en esta época loca que nos tocó y nos toca vivir, como muchas cooperativas y microemprendimientos, asambleas, agrupaciones barriales, movimientos sociales, que surgieron por aquellos años por iniciativa de la gente, vecinos y trabajadores, y acá estamos.