Francisco, de la Maciel

, por  India Rodriguez , popularidad : 45%

Entrevista al sacerdote Francisco “Paco” Olveira, párroco de Nuestra Señora de Fátima en la isla Maciel. Este malagueño de cuarenta y nueve años, integrante de Curas de la Opción Preferencial por los Pobres, argentino nacionalizado, y ferviente hincha xeneize. El último 28 de julio viajó a Río de Janeiro, junto a la comitiva de la presidenta CFK a participar de la misa de cierre de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Brasil. Un recorrido por sus impresiones y vivencias de esta experiencia.

“Soy Francisco, pero no el Papa. Yo soy cebolla nomás”, y hay risas. Es que así se presenta Francisco Paco Olveira, el cura de la Isla Maciel. En un comedor antiguo del Convento, entre mates avanza el mediodía en la Maciel, la isla que no es isla y el Convento que no es convento. Un mediodía frío y soleado, un viejo metegol invita a jugar. Más allá en un puerta de un aula el Gauchito Gil y Ernesto Guevara comparten espacio. Nos miran, al mirarlos, se percibe que ellos están en su lugar. Son de ahí, de la Maciel.

Dos niños se acercan a Francisco. Él los recibe con abrazos y besos. - Mira, dice, señalando la niña: mi reina, es de Jujuy. Vino a visitar a la familia pero ya se terminan las vacaciones y vuelve a sus montañas. Luego Francisco, con la alegría por un hincha de Boca y peronista, cuenta cómo fue invitado por Presidencia, a sumarse a la Comitiva que viajó a Brasil para participar en la misa de despedida de la Jornadas Mundial de la Juventud (JMJ).

“En realidad, fuimos a la misa de envío cuando se terminaba la JMJ. La Presidenta quiso que la acompañaran personas de su Gabinete y algunos curas que estamos en la Opción por los Pobres. Y cuenta: imagina que estás en tu casa, suena el teléfono y sea de presidencia. Dije que sí al toque.

-¿Que estaba haciendo cuándo sonó el teléfono?

Paco se mete en los recuerdos. Mira, estaba estudiando para un final re groso y que no lo dí. Ya lo tenía casi preparado, pero había que ir, sí o sí. Había que estar. (Francisco, estudia Derecho en la UCA ) “En lo personal, fue un orgullo. Además era coherente acompañar a una Presidenta que trabaja porque en este país haya una mayor justicia, menos diferencias y donde otro mundo sea posible. Estaba bueno que la acompañáramos algunos curas que, sencillamente, intentamos aportar un granito de arena. Además, ver a este Papa que si bien todavía nos genera muchas contradicciones y preguntas, porque lo conocemos. La verdad, está mostrando otro rostro de Iglesia y un poquito de esperanza nos está dando de que la Iglesia puede ser distinta”.

- ¿Cómo era su relación con Bergoglio? Diferenciemos Bergoglio de Francisco I.

“Ahora, todo el mundo es amigo íntimo de Bergoglio. Llenamos la cancha de Boca y de River juntas, si ponemos todos los amigos. No soy amigo personal, sí le tengo un afecto personal y sé que él también me tiene afecto. –Paco mete una pausa. Piensa y dice: Yo soy un cura -no lo digo de broma, lo digo en serio- que tengo prontuario y no currículum. Hace mucho hice la huelga de hambre en la Villa 31 de Retiro y otras vicisitudes y hubo un Obispo que me echó directamente. Y no quiero tirarla de revolucionario, pero nosotros, yo, cuando hago algo como una huelga de hambre, la hago ante una injusticia a un pobre, a un marginal o un niño con hambre.

“Y ya expulsado anduve por ahí -la voz se adentra en el recuerdo de una noche, justo a su regresó de Colombia y Paco se encuentra con la tragedia de República Cromañón. Sí, justo cuando volví de Colombia se incendia Cromañón. Soy enfermero y me llaman para ver si podía dar una mano. Nunca me voy a olvidar la imagen de una habitación, así como esta (es una espacio alto), con cuerpos hasta la mitad. Uno encima de otro, horrible... Una médica llorando, me dice: es el octavo que se me muere en mi cara...

“Bueno. Volví. Volví y estuve un tiempo para ver dónde me ubicaba y se me ocurrió hablar con el Cardenal (Bergoglio). Y él podría, haberme dicho: mirá Francisco, la verdad, sos un cura conflictivo, no puedo dar la cara por vos. O bien Bergoglio podría haber dicho: voy a ver qué puedo hacer y no hacer nada. Pero no. Me dijo: hay un lugar ideal para vos, que es la Isla Maciel, que no tiene cura. Y yo agradezco a Jorge Bergoglio, en ese momento Cardenal Primado en nuestro país. Allí dice: voy hablar con el Obispo para ver si te recibe. Habló con el Obispo de acá, de Avellaneda, y me recibió. La verdad, que ahí le tengo que agradecer al actual Papa. Después, ideológicamente no sé. O no nos dimos cuenta de quién era o acá era otra cosa. Dentro de la Opción Preferencial por los Pobres, hay quienes no le creen nada, quienes están expectantes; quiénes tienen esperanza, o son más criticos. Hay de todo. Leonardo Boff (Teólogo brasileño, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación), está encantadísimo del Papa, lo leí y asombra.

Y después hay otros que son más críticos. Tu amigo el cura (Eduardo Rodríguez, párroco Barrio Santa María de Bernal) dice que es “El Inasible”. Nos sorprende cada día, y no sabemos por dónde agarrarlo. Las mismas Abuelas de Plaza de Mayo. O Hebe, Ayer escuché las declaraciones que hacían y alucinaba escuchándolas.

-Dentro de lo que es, actualmente, la Iglesia Argentina. ¿Hay una posibilidad de viraje dentro de la misma, a partir de este papado?

“Lo cierto es que el Papa Francisco está diciendo una serie de cosas que antes no se decían, “salgan a la calle” ,“hagan lío”, ”no sean príncipes”, ”no estén casados con el dinero”, ”no sean burócratas” y es una crítica, fundamentalmente a los Obispos. Después eso se va a poder traducir. La gente no cambia porque le digan un discurso. Depende de los nombramientos que se vayan haciendo, y también, si cambia la forma de nombrarlos. No puede ser que desde Roma se sigan nombrando los obispos de todo el planeta. No es que los nombra Roma, pero hay todo un sistema. Aunque, últimamente, hubo un par de nombramientos dentro de los curas de la Opción por los Pobres.

“En Brasil, me hubiese gustado que el Papa se encontrara con Leonardo Boff. Pero por otro lado está Ratzinger, que sigue ahí y que fue quien lo defenestró. ¿Cómo haces, entonces? Ahí también se juega la política, hasta dónde puedo estirar de la cuerda. Lo que nos preguntamos es si todo va a quedar en gestos, signos, que por otra parte nos llaman tanto la atención. A vos no te llama tanto la atención si te digo buenas tardes y te doy un beso de saludo. Es lo que hacen las personas normales. Pero a nosotros, nos llama la atención que un Papa salude a la gente diciendo buen día, buenas tardes... No es poco que Francisco empiece a mostrar que un Papa, un obispo, un cura, tiene que ser una persona corriente. Que lo normal es que salude, y que no lleve zapatitos rojos. Ahora de ahí, ir más allá vamos a ver qué es lo que puede hacer. Y qué es lo que quiere hacer, también.

“Nosotros tenemos el problema que conocemos a Bergoglio. Un polaco no lo conoce, un australiano, un yanqui... Lo que sí es cierto es que hay una revolución alrededor de esta persona. Decía, no estoy de acuerdo con la “papamanía” e incluso estas cosas multitudinarias. No sé hasta qué punto tienen sentido, pero la gente está revolucionada. El otro día fui a comprar carne y el carnicero me dice: Mirá que el Papa dijo que los curas no pueden tener autos 0 km.
 ¿Y asado, puedo comprar?
 ¡Ahhh si, de eso no dijo nada! (risas)
O ésto, otro y lo sé de buena fuente. Hay un “choborra” en Quilmes que cuando se pone re en pedo empieza a gritar, - ¡Yo no tengo a nadie, a mi nadie me quiere! Pero yo tengo mi Papá que se llama Francisco y esta en Roma. Eso es fuerte, es sintomático. Un tipo que vive en la calle, un alcohólico, siente en esa figura a alguien que no lo echa... Ahora, de ahí, a Monseñor Romero que no hablaba de hacer una economía más solidaria. Sino que decía con nombre y apellido los tipos que asesinaban y destrozaban a su país, también hay una distancia.

-La pregunta es ésta. ¿Hasta que punto, esto es doctrina, compromiso y hasta qué punto es maquillaje?

“Hay algo que nos guste o no tenemos que reconocerle: el tipo siempre fue sencillo. Nunca lo vi tan feliz como ahora. Le sienta bien. Parece una estrella de rock, acá siempre lo veía serio. No puede decirse que el tipo, antes, iba en un auto 0Km con chofer, y ahora se hace el pobre. La verdad, es que siempre vivió en un departamentito. Iba en subte, se acercaba a la gente, era normal. En eso, le tengo que reconocer que es sincero. Quiere que la iglesia sea así. Cuando dice que quiere una iglesia pobre y de los pobres, en lo individual, lo viene diciendo.

La Iglesia no puede ser un lugar de gente poderosa. A los curas en Roma les dijo, “a mi me duele cuando los veo a ustedes con autos 0km”. Está marcando un camino... Algo es... ¿Es suficiente? No. Me hubiese gustado que hablase de las Comunidades de Base en Brasil... Dicen que, en la entrada de la capilla de la favela en que estuvo, había un gran retrato de Monseñor Romero*. Podría haber hecho una alusión a Romero... Sin embargo, también dicen que fue él quien destrabó el proceso de canonización que estaba frenado en Roma. Si me muero viendo que canonizan a Romero, no te digo que con eso ya me basta. Pero la verdad, para mi es San Romero de América.

- Este Papa, hasta parece ser que le hace un espacio y reconoce al tema de la homosexualidad, pero el tema de la mujer sigue siendo una cuestión pendiente...

“Creo que la iglesia necesita reformas estructurales, es lo que vengo diciendo en esta conversación. Reformas estructurales significa que la iglesia no puede ser un Estado, el Papa no puede ser un monarca absoluto. Necesitamos que dentro de la Iglesia, la institución tiene que ser pueblo de Dios No sé, si hay que acabar con el Banco Vaticano, pero por lo menos sí con toda la corrupción y con toda la porquería que hay ahí. Después, en el tema de la moral y la disciplina, también. Tiene que haber una revolución verdadera dentro de la Iglesia. Que la mujer pueda acceder al sacerdocio, que los curas puedan elegir si casarse o no casarse. Al Papa, se lo dije. Sí, yo le mando un mail agradeciéndole que estuviera en la Isla, le agradecía eso. Y le digo, mucha gente tiene esperanza en usted, haga un Vaticano Tercero y deje que los curas nos casemos. Le pongo entre paréntesis (“Quien me iba a decir a mí, que yo le iba a decir esto a un Papa”). Tres líneas, le agradecía que dio la cara por mí. Me respondió: “no sabes la ilusión que me hayas escrito, la verdad sos re corajudo, a veces más de la cuenta, , pero eso también está bueno. Termina, diciendo, reza por mí y firma: Francisco”

“Todas estas cosas son temas pendientes. Hay grandes teólogos moralistas, biblistas que vienen reclamando estas cosas. Uno de los propulsores del Vaticano II, Hans Küng cuyo último libro se llama “Tiene salvación la Iglesia” se pregunta, como diciendo nos estamos convirtiendo en una secta de cuatro tipos encerrados en nosotros mismos. La conclusión era: no tiene salvación. Nos estamos desbarrancando totalmente. Ahora, por lo menos se abre la esperanza de que hay cosas que pueden y que deben cambiar. Claro, que poner un orden de prioridades por ahí, hasta puede parecer odioso. Pero creo que esto del casamiento de los sacerdotes, el ingreso de la mujer y demás, son cosas que las pide el común de la gente, para ver que es un organismo que está vivo y no esta sensación de estar frente a algo que más que muerto está fosilizado.

- Una institución con tantas centurias, como la Iglesia católica, ¿puede escapar al destino de institucionalización?

Quiénes son la cohorte del Papa en Roma. ¿Quienes son? Dos cardenales nombrados por Juan Pablo II o Benedicto XVI. Esto es como cuando Néstor entró al gobierno con el 22% de los votos y muchas cosas las tuvo que negociar. Nos guste o no, esto tiene que ver con la política en el sentido de negociar. En el Vaticano pasa igual.
Bergoglio fue elegido y creemos que algo tuvo que ver el Espíritu Santo, pero que no tiene un apoyo mayoritario. Seguro que más de uno debe estar re caliente, diciendo, este quién se cree para venir a bajarnos línea.

Viajando en el Tango, con Cristina

-Dentro del viaje. ¿Cuál fue su visión como sacerdote de estos círculos más lejanos al común de las personas, nuestra presidenta Cristina Fernández, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y el presidente de Bolivia, Evo Morales?

“De estar ahí, tan cerca de esas personas que para mí son símbolos de un mundo distinto, no sé, me sentía Gardel. En un momento yo le quería decir a Evo: En mi barrio, hay muchos hermanos bolivianos. Vamos hacer una plaza, con fondos del presupuesto participativo, que va a llevar tu nombre. Se lo dije. Y el me dijo, - ¡Ah si! Le gustó... Él estuvo toda la misa tranquilo. La Presidenta Cristina se movía más. Me llamó la atención que Evo se santiguaba, se hacía la señal de la cruz. También, creo que fueron por algo más que protocolo. Creo que, si hubiese estado Benedicto XVI no hubieran ido. Fueron porque este Papa habla de los pobres, de una iglesia pobre. Quiero creer que también estaban por eso. El cariño con el que el Papa, recibió a la presidenta cuando le dijo abuela y el regalo para su nieto... fue una situación sincera de las dos partes. Mas allá de que acá sabemos que hubo enfrentamientos.

  Cuente de la Presidenta...

“Mira, la presidenta es re agradable. En un momento, en la misa le dice a Dilma señalandome: “menos mal que vinimos con director técnico”. Además, se puede hablar con ella normalmente, te podes reír con ella. Después lógicamente, se va a estar tranquila, a trabajar y va llamando algún ministro o alguno de sus colaboradores más cercanos. Me llamó la atención el gesto de que llevaba en el avión a Alicia Oliveira, amiga de Bergoglio, pero ahora se está presentando por el partido Fe del Momo Benegas. Y sin embargo la invitó a ir en el avión.

“Martín Insaurralde, la verdad, es un hombre bien sencillo. Cuando va a empezar la reunión le digo, -che Martín, ¿puede ser que te vi alguna vez con un rosario al cuello por televisión? Y, entonces, saca un rosario del saco, que después lo tuvo toda la misa en la mano bien apretado. Me dice, -si, éste es el rosario que me acompañó durante toda mi enfermedad. Después fue a comulgar. Por eso, me da bronca cuando muchos católicos y gorilas, descalifican a todo el que sea kirchnerista. Como diciendo, éste no puede ser cristiano, católico. No sé si me estoy explicando bien, pero me encantó Martín (Insaurralde). Un tipo que vive su fe y la vive a su manera. Fue a comulgar. Es una persona que está ahí, luchando desde la política por tener un mundo distinto. Es lo que veo.

“El Papa dijo a los jóvenes hagan lío. Bueno, veo un montón de jóvenes que tomaron el mensaje de Jesús, cuando dijo hay que comprometerse con los otros y ellos encontraron la forma. No dentro de la Iglesia, sino que lo encontraron en la Cámpora, en Kolina u otras organizaciones, fundamentalmente kirchneristas.

- ¿Se acercan a la parroquia?

“Hace poco hicimos las Jornadas Padre Mugica, de pintura, limpieza, y vienen pibes de todos lados a trabajar solidariamente. Yo todavía tengo el preconcepto de que esos pibes no quieren saber nada con la iglesia... A mi me da vergüenza hinchar con esas cosas, pero no sé porqué. En esa jornada alguien me pidió un rosario. Al final no me alcanzaba para repartir tanto rosario... Las contradicciones, a veces, las tenemos nosotros y no la gente.

-O todavía, nos seguimos haciendo cargo de la herencia pesada de la iglesia institución...

“Me refería a esto, aquellos que se creen católicos “de verdad”, los ortodoxos, que van a misa todos los domingos. Pero hay muchos católicos que viven la religiosidad popular, quizá, no dentro del ámbito de la iglesia, pero que sí se sienten cristianos y que hoy encontraron su lugar de compromiso en las organizaciones sociales y políticas y antes no lo encontraron dentro de la iglesia.

- A futuro, existe la posibilidad de un encuentro síntesis de estos dos compromisos dentro de la Iglesia?

“Dios quiera, pero yo no los quiero en la sacristía. Hasta Juan Pablo II decía: Hay que estar en la calle, allí es donde se transforman las cosas. Nosotros, como curas, no tenemos que convertir a nadie, ni hacer proselitismo. Nosotros lo que tenemos que hacer, desde nuestra fe en un Jesús al cual asesinaron y al que Dios resucitó para decirnos: la vida es más fuerte que la muerte. Lo que vale, es juntarnos con los que luchan por la vida y por un mundo distinto. No entiendo el salir a convertir gente, a mi no me sirve. Entonces, digo, ojala aquél que mamó algo de este Jesús que nació pobre y que estuvo al lado de los excluidos, después encuentre en la política, en las organizaciones sociales, el lugar donde militar su fe. Todos sabemos; los derechos se ganan en la calle”.

Otra vez en el gran patio de la Parroquia. Imágenes del Che, del Gauchito Gil, Mugica, Angelelli, Monseñor Romero, hay chicos jugando. La Imagen de Fátima, la Patrona de la Isla. Desde la vereda, recortado contra el cielo, la mole del Puente Negro, la autopista o más alá, las torres de Puerto Madero.

*Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (Ciudad Barrios, El Salvador, 15 de agosto de 1917 – San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero, fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral.

Fotos I. R.

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