Portada del sitio > Noticias > Por el territorio > El pequeño productor como sujeto social

, por Tabaré

El pequeño productor como sujeto social

“Desde niña, he visto a mi gente perder su tierra, ser esclavizados en los trabajos temporarios, en la caña o en las cosechas o sino otro destino: la villa miseria. O como eran maltratadas nuestras mujeres, como si fuéramos parte de una raza maldita”. Eso dirá Beatriz Centeno, delegada del Frente Transversal y referente del Frente Campesino por la Tierra y el Trabajo.

No parece estar peleada con la vida. Tampoco parece, mirando hacia el fondo oscuro de sus ojos ancestrales, que la vida le viene de regalo. Hay como huellas en su rostro tranquilo. Huellas o marcas de una vida difícil. Luego, la mujer dirá: desde que nací vi como destruían nuestro mundo, nuestra cultura, y hasta querían destruir nuestra esencia. Desde niña, he visto a mi gente perder su tierra, ser esclavizados en los trabajos temporarios, en la caña o en las cosechas o sino otro destino: la villa miseria. O como eran maltratadas nuestras mujeres, como si fuéramos parte de una raza maldita. Eso dirá, eso dijo Beatriz Centeno, delegada del Frente Transversal y referente del Frente Campesino por la Tierra y el Trabajo –Inti Noa, con necleamientos en comunidades de pequeños campesinos en Jujuy, Salta y Santiago del Estero.

Estamos en la sala de prensa de la CTA y en planta baja transcurre el Encuentro Nacional de Pequeños Productores. Son cientos y han llegado de todo el país y, en una propuesta sorprendente, han armado mesadas y allí exponen sus productos. O se podría decir, han armado un gran acto sorpresa por presencia y derecho, un espacio ganado en la Central al integrarse como un nuevo sujeto social, el pequeño productor.

Los grandes despojados por la “festiva” explosión de la frontera agropecuaria y sojera, donde miles y miles de familias de todo el territorio nacional, nuestra patria, han sido despojados, expulsados de tierras de sus antepasados. A ellos representa Beatriz Centeno.

“El agronegocio –dice-, la especulación donde la tierra pasó a ser un “no lugar”, un no lugar donde el hombre que lo habita y trabaja es expulsado. Lo que vemos es una apropiación de la tierra por los grandes capitales y latifundistas. Sobre esto, o contra esto, es que venimos luchando, por defender nuestra posibilidad de subsistencia, esto que llamamos agricultura familiar. Donde realmente hay trabajo, se trabaja la tierra.

Y nosotros buscamos hasta en los parajes más apartados, a los hermanos de la tierra, ayudarlos a organizarse, tenemos dos vacunadores para la aftosa, tenemos escuelas de capacitación y alfabetización. Tenemos en Ballivián en Salta, o en Ocloya en Jujuy. En Añatuya, Santiago del Estero tenemos nuestra propia casa. Allí implementamos, adecuándolos, los Planes FiNes o el programa Regreso a la Escuela como el programa de educación a distancia. Estamos luchando duro porque todas las pequeñas comunidades han sido desarticuladas.

 ¿Trabajan con las comunidades originarias?

No. Mejor dicho, nosotros no hacemos diferencias entre un originario que produce y un criollo o un gringo –si quiere llamarlo así. Somos pequeños productores, las diferencias culturales se respetan pero lo fundamental es encontrar una forma rentable de economía familiar. Además, y esto necesito decirlo, se ha hecho mucho daño con esto de los pueblos originarios. Hay mucha mentira, mucha gente que son “vende indios”.

Otra razón es que con el tema de pueblos originarios se tapa la realidad penosa de cientos de miles de familias de pequeños y medianos productores. Hay mucha mentira en eso. Creo que han logrado imponer una visión sectaria entre originarios y campesinos. Yo respeto. Pero creo que la esencia, tanto para los originarios, los criollos o gringos, es unirnos y encontrar canales de comercialización de nuestros productos. Y también es organizarse contra el despojo, encontrar fuerzas para que en el congreso de la Nación se vote de una vez la Ley contra la extranjerización de la tierra. En eso creo.

 Beatriz, está Cristina, antes estuvo Néstor ¿hubo cambios en ese interior desconocido donde viven ustedes?

Estamos en otra etapa. Pasamos de la resistencia a una lucha por derechos y reclamos. También construir propuestas alternativas. Lejos de lo que fue el neoliberalismo, ahora podemos solicitar subsidios, estamos organizando como ingresar en la rueda de la comercialización. Todos lo saben, nosotros producimos pero vendemos al regalo, a lo que el camión del intermediario que viene te pague lo que ellos quieran. Nadie puede guardar el tomate en la planta. Cuando madura hay que vender. Es simple. Ahí es donde se corta y somos explotados por un sistema de comercialización que manejan unos pocos. En todo el país.

Está el proyecto de la ley de arriendos, esta la ley del agua. Hay zonas en los valles cordilleranos que el pequeño no tiene acceso al agua. Y en última creo que hay que discutir –lo que estamos discutiendo- es el modelo agropecuario. Qué rumbo va a tener. Nosotros sabemos que solos no vamos a cambiar el mundo. Hay que integrarse –como es estar en el Frente Transversal o ser parte de la CTA. Sabemos que somos la otra cara del campo. Esa que no aparece en la Rural ni en los diarios. Pero tenemos un gobierno que tira sogas, tira soluciones, nos escucha. Esas es la diferencia. Hoy viene el ministro de agricultura a inaugurar este encuentro (se refiere al ministro Julián Domínguez que, realmente estuvo y fue la voz inicial del encuentro).

 ¿De cuanto pequeños productores estamos hablando…?

Es lo que no podemos saber. Todavía. Hemos llevado la propuesta de hacer un registro nacional de pequeños productores. Es la única manera de poder encauzar proyectos productivos por región. O como a lo que producimos, sea miel o aceitunas, le podamos poner valor agregado. O tener un matadero propio o cadena de frío. Hay productores de tomate en Fraile Pintado o los productores de morrones en Cachi que se siguen secando a piso, como hace generaciones.

 ¿Hay fuerzas para hacer eso? Organizar, digo…

Mire, aquí venimos. Muchos, cientos que también querían venir y no se pudo. Por cuestión de dinero. Hay fuerza. Eso le digo. Hay fuerza. Hacemos fuerza por lograr una comercializadora en el Noa, armar cooperativas para el intercambio de herramientas de laboreo o regadío. Sin eso, lo que ya dije, terminamos regalando la cosecha, malvendiendo. Yo creo y lo digo: si no hay sensibilidad humana no hay política. Lo digo, en mucho, una cosa es nuestra presidenta, o los compañeros del Ministerio de Bienestar Social, otra son lo gobierno provinciales o los comunales. En la mayoría de nuestros pueblos, los intendentes están comprometidos con los grandes productores. Eso se sabe. En Jujuy hace dos años que duerme el registro de los pequeños productores.

 No hay sensibilidad…

Creo que hay complicidad. Se sabe. Y estamos seguros que se abre una nueva etapa, con Cristina. Y está también que no hablamos de una conglomerado, una ciudad, una villa. No, los pequeños productores estamos dispersos en todo el país y somos miles de familias. Y si usted cree, por ejemplo que un latifundio produce más que tener muchos pequeños productores, usted está pensando en la renta y no en el factor humano. Un patrón te maneja cien mil hectáreas con cinco empleados y los demás lo contrata. Eso no da trabajo, da renta. A un grupo o una familia de ricos. Pero un pequeño productor significa trabajo para muchos. Por eso nosotros hemos pedido la creación de una subsecretaría de agricultura familiar.

 Beatriz ¿se está discutiendo un modelo de país?

Cuando fue lo de la 125 y querían voltearla a Cristina, estuvimos en Buenos Aires, peleando contra la Mesa de Enlace. No apoyamos el paro patronal. Y esas agrupaciones como la FAA y las demás que han sido serviles a las grandes cooperaciones transnacionales de los agronegocios. Ellos, que son cómplices de graves violaciones de derechos humanos de miles y miles de pequeños productores , donde se ha utilizado todo tipo de métodos criminales e ilegales para expulsar por la violencia a miles y miles de pequeños productores minifundistas. Comunidades enteras, que desastre no han hecho con nosotros, los hombres y mujeres de la tierra.

 Epílogo del encuentro

Ya es noche del día 3 de octubre de 2011. Teatro IFT. Sobre el escenario, Hugo Yasky, Edgardo Depetri, están los referentes de los productores. Y Beatriz con Pocho Brizuela, leen el documento fundacional. Beatriz dice: Desde las Organizaciones de Trabajadores de la Producción del Campo y la Ciudad, aquí reunidas, asumimos defender un proyecto en el que la producción no sea destrucción, sino de vida y con justicia social. El cambio del modelo productivo supone avanzar en la emancipación del trabajo. De aquí nuestro desafío de organizarnos como Trabajadores Autogestionados, en un Movimiento de Trabajadores de la Producción.

Al pasar, cuando ya estamos en el final, Beatriz Centeno, dice: volvemos a provincias para el armado de este proyecto nacional de pequeños productores. Ha sido una jornada que justifica tantos años de lucha y sacrificios. El objetivo ahora, es la unidad. Región por región, unidad. Es el camino.

Fotogaleria