El corazón del proyecto reside en abordar la escuela como un espacio social en el cual conviven a diario distintas formas de diversidad y también de discriminación, y en trabajar sobre la aceptación de las diferencias a través de algunas propuestas didácticas y de la apertura de espacios de reflexión colectiva, tanto con los chicos, como entre los docentes y demás protagonistas de la comunidad escolar, haciendo especial hincapié en el grupo familiar.

Uno de los ejes fundamentales de trabajo que plantea el proyecto son los prejuicios, para el cual se propone una reflexión sobre cómo el latigazo del prejuicio aparece en el lenguaje cotidiano, reproduciendo expresiones como bolita, paragua, negro de mierda, puto, trola, mogólico o frases como, “con este ni te gastés, no ves que no le da”. Otro de los ejes es el trabajo sobre los estereotipos, planteando la reflexión sobre cómo se construyen y reproducen estereotipos sociales que en realidad, ponen al descubierto la ignorancia y el desconocimiento sobre la historia, la realidad y la cultura de otros pueblos y comunidades. En el mismo sentido, plantea también la necesidad de revisar las prácticas escolares en su conjunto y subraya el rol del docente frente a las distintas formas de discriminación que aparecen reproducidas en la escuela, para lo cual propone una interpelación desde diferentes puntos de partida como son el contenido de los libros escolares, de las láminas y otros recursos que se utilizan cotidianamente en el aula, el papel de los actos escolares en tanto a si son espacios que alberguen diversas formas de pensar, o si son momentos colectivos en los cuales se pueda estar reproduciendo alguna forma de discriminación o promoviendo estereotipos. Por último, apunta a la importancia de la reflexión docente acerca de su propia práctica en situaciones tan habituales como puede ser la forma en la que se hace referencia a un alumno o alumna en una conversación en la sala de maestros o en un recreo.

Para abordar el trabajo en el aula con los chicos se propone, en principio, establecer un diagnóstico del colectivo escolar en general y del grupo de alumnos en particular, a fin de identificar las distintas formas de diversidad y de pertenencias culturales que lo conforman. Hacer una selección de materiales escolares y de prácticas didácticas que promuevan y alienten el proceso de reflexión acerca de las formas de discriminación y que a su vez, incentiven el respeto y la aceptación de las diferencias. Profundizar en la diversidad de características de los alumnos y alumnas que forman el grupo para romper los estereotipos y lograr un intercambio cultural a través de las diferencias.

El proyecto abarca a la comunidad educativa en su conjunto, incluyendo a los padres y grupos familiares en general en la reflexión sobre la temática de las diferencias y en la participación de actividades dentro del aula. En este sentido, propone también la realización de una jornada en el marco del proyecto Hacia una escuela libre de discriminación, convocando a protagonizarla a toda la comunidad que forma parte de la escuela.

Si bien el proyecto se lanzó en la escuela Mariano Acosta, la intención es que se extienda al resto de las escuelas públicas de la ciudad de Buenos Aires. Cada escuela que se involucre con la propuesta y la lleve a la práctica, será declarada como espacio libre de discriminación.

Para conocer más sobre el proyecto: www.ute.org.ar Docentes por la diversidad.

Contactos: docentesporladiversidad@ute.org.ar

eduxladiversidadylaidentidad@gmail.com