El primero en tomar la palabra fue Salvatierra: “queremos remarcar que para poder combatir la problemática habitacional tenemos que generar conciencia de qué significa que en la Argentina un pibe crezca sin posibilidades de tener un techo seguro. Y tenemos que crear conciencia de que no todos los grupos políticos van a ejercer las mismas condiciones sociales. Creo que uno de los paradigmas fundamentales tiene que ver con la disputa política de la ciudad de Buenos Aires, donde si hacemos una comparación entre la política habitacional que el Gobierno Nacional va llevando a cabo y la que se va desarrollando en la Ciudad de Buenos Aires, nos damos cuenta claramente que la política social que ejerce un estado, marca claramente cuál es la concepción de sociedad que tiene aquel que ejerce el poder”, afirmó.

Luego fue el turno de Rosa Yapura, quien indicó que hoy en día “hay muchas apropiaciones de tierra “de guante blanco”, mientras que cuando nosotros, por necesidad, vamos a tomar un pedazo de tierra somos unos villeros y unos usurpadores”. Al mismo tiempo, Yapura señaló que es necesaria “una herramienta legal, sin la cual es muy difícil que se pueda solucionar algo. Estamos en una etapa de profundización del proyecto nacional y popular, en la que sabemos que en nuestro país hay tierra y que esa tierra nos corresponde. Hay proyectos de ley, como el de tierra rural, porque en nuestro país nunca hubo un registro de la tierra ocupada por extranjeros y tenemos que saberlo, discutirlo”.

Hacia el cierre, el Pastor Mendieta apuntó su punto de vista: “Nuestra Comunidad, la Iglesia, trabaja con muchas personas. La nuestra está conformada por muchas personas en situación de calle, en una ciudad como la de Buenos Aires, que últimamente se ha caracterizado por sus políticas antipopulares, expulsivas y represivas. En ese sentido hemos aprendido a desarrollar una práctica pastoral acorde al contexto que nos rodea. Por ejemplo, que nuestra liturgia no podía separarse de la vida cotidiana y que nuestra celebración la podíamos hacer en un templo, pero también en la terraza de una casa tomada, que estaba militarizada porque el Estado intentaba desalojarla sin importar que decenas de familias quedaran en situación de calle, en un abandono concreto”.

Puesto que las disertaciones se extendieron y el tiempo fue corto, fue la palabra de Mendieta la que concluyó el encuentro. Para finalizar, expresó: “Creemos que desde las organizaciones políticas, religiosas, culturales, quienes tenemos un trabajo directo con la problemática de la vivienda y el acceso al suelo urbano, creemos y proponemos pensar de qué manera nos encontramos y que esté expresado nuestro país en ese encuentro. Abrir un espacio para discutir cuestiones concretas”.