Por Alejandro Demichelis, secretario de prensa de CTERA

Pasaron 22 años desde la primera marcha del orgullo gay, apenas un centenar de personas se daban cita en una Ciudad y un país que discriminaba y estigmatizaba.

Empezaban a reclamar por sus derechos postergados. Señalados por una sociedad hipócrita se animaron a la calle, se animaron a dar la cara, a mostrarse como eran, a decir: nosotros también merecemos ser reconocidos como somos.

Así las marchas se multiplicaron, las calles se fueron poblando de miles de personas que se animaron y de centenares de organizaciones sociales, políticas, culturales, sindicales que se sumaron a sus luchas y sus reclamos.

La CTA, la CTERA, respaldaron sus reclamos, no sólo en las Marchas venideras sino en actos, materiales de comunicación, conferencias de prensa, plenarios y en espacios como en la Unidad de Trabajo y Diversidad Sexual del Ministerio de Trabajo.

Asi, en el 2012 , CTERA fue homenajeada por su compromiso por las organizaciones LGBTIQ.

El reconocimiento de los derechos de distintos grupos sociales vulnerados por la discriminación es uno de los logros que se sucedieron desde el 2003 hasta la fecha. Sectores invisibilizados hoy pueden disfrutar de derechos negados durante décadas.

Quizás el rasgo más distintivo de todos estos últimos años sea el cambio cultural, paulatino, que se está dando en las sociedad, en los medios de comunicación, de ir pasando de la discriminación, la estigmatización, la burla, al respeto, al reconocimiento.