En medio del tumulto y mientras golpeaban a los compañeros, dos efectivos policiales desenfundaron armas de fuego, en lo que representa un grave episodio de intimidación a los trabajadores y trabajadoras, así como un peligroso riesgo para su integridad física. Un efectivo policial no puede desenfundar un arma dentro de un edificio público ante ninguna clase de actividad gremial, y por estos motivos desde el Consejo Directivo de ATE Capital realizaremos la denuncia penal correspondiente.
Las autoridades del INPI se niegan a recibir a los representantes gremiales y a establecer canales de diálogo. Las medidas de fuerza en ese sector de trabajo ya llevan una semana, pero no hay respuestas de los funcionarios. Los trabajadores y trabajadoras se oponen al cambio unilateral e inconsulto de sus condiciones de trabajo. Entre otras modificaciones, se les impone una jornada laboral extendida, revocando un régimen que desde hace más de una década ajustaba las horas de trabajo a los resultados de productividad.