Además, la empresa suspendió transitoriamente a más de 90 compañerxs calificados y pone en riesgo la continuidad del Proyecto RA-10.
Esta situación se da en el marco de un gobierno que tiene fecha de vencimiento. El contratista de mayor peso en la obra pública le exige al Estado el pago del dinero adeudado para aprovechar, sin duda alguna, los últimos meses de bicicleta financiera y trata de imponer condiciones al próximo gobierno. Caputo nunca perdió, el presupuesto fue siempre ajustado a la inflación y a la devaluación de nuestra moneda.
Esto atenta contra la concreción de un proyecto que se propone cubrir la demanda de radioisótopos de nuestro pueblo y aportar a la mejora de la calidad de vida de nuestros compatriotas.
Una empresa como Caputo S.A. no necesita suspender 91 trabajadorxs para mantener su rentabilidad. El RA-10 tendría que estar poniéndose en marcha. Hoy la obra presenta más de 3 años de retraso y el panorama a futuro sigue cubierto por la incertidumbre. El recorte presupuestario es enorme y el riesgo de privatización de las instalaciones asociadas cada vez más inminente.
El gobierno nacional de Macri, el Subsecretario de Energía Nuclear y las autoridades de CNEA son los principales responsables de esta situación.
Exigimos la reincorporación de todxs lxs trabajadorxs y que se habilite el dinero presupuestado para la reactivación inmediata de la obra del RA-10.
No a la privatización de la futura producción del RA-10.
Por una producción pública de radiofármacos al servicio de nuestro pueblo.
Junta Interna ATE-CNEA, Buenos Aires.
APCNEAN