En efecto, una delegación de compañeras, integrantes todas del colectivo paceño Feminismo Comunitario, se hicieron presentes a las puertas de la embajada argentina y, portando carteles alusivos y la ya mundialmente conocida fotografía de Milagro Sala, escracharon al carcelero jujeño.
Resultó un hecho revulsivo para las compañeras bolivianas que, precisamente en el corazón del Estado Plurinacional -donde el presidente Evo Morales Ayma y su gobierno rinden un tributo de democracia popular permanente a las diferentes naciones originarias- el juez y verdugo de la coya Milagro Sala se apersonara hasta la embajada argentina en aquel país para lavar su imagen mundial de perseguidor de indígenas.
Una vez más, la hermandad y solidaridad entre nuestros pueblos y sus organizaciones, reforzó los lazos que la lucha y la resistencia contra la opresión han tejido desde los tiempos de la Guerra por la Independencia.
(*) Secretario de Comunicación de la CTA