La LSCA fue creciendo desde el pie, con debates en todos los rincones del país, movilizaciones y audiencias. Es una ley que construimos entre todos; es NUESTRA ley: no sólo de las y los trabajadores de prensa, la comunicación y la cultura sino de todo el pueblo, de sus organizaciones libres y con el reconocimiento a la activa participación del anterior gobierno para su tratamiento legislativo y de todos los legisladores que la votaron.
Es ejemplo a nivel mundial en la elaboración de un norma por su calidad democrática y elogiada por organismos internacionales de derechos humanos, tiene, además, de su espíritu federal, inclusivo y diverso la enorme virtud de considerar a la comunicación como un derecho humano, lo que de por sí la pone en las antípodas de la comunicación como mercancía y con medios regulados por el mercado. Somos los trabajadores los que conocemos muy bien qué sucede cuando los mercados alientan la concentración y el monopolio de los medios porque de hecho fuimos sus primeras víctimas con precarización y despidos. La ley promueve en consecuencia más puestos de trabajo con la inclusión de nuevos medios y las cuotas obligatorias de contenido local, regional y propio.
Fue votada por amplias mayorías en el Congreso y ratificada en toda su peregrinación judicial por la Corte Suprema de la Nación que declaró su constitucionalidad. Así que no nos vengan a decir que es antidemocrática y que la pueden modificar por decreto, que no van a respetar su institucionalidad, que no la aplicarán, porque con lucha y movilización estaremos para defender nuestro derecho.
La FETRACCOM declara en todos sus sindicatos de base el alerta y movilización ante cualquier intento de avasallar nuestra norma. Si este gobierno piensa manejar un país con decretos que afectan nuestros derechos tiene que saber que encontrará a los trabajadores para impedirlo.
FETRACCOM