, por CTA Comunica

La CTA se movilizó hacia los talleres textiles incendiados

“Estamos acá como docentes para que no haya más bancos vacíos en la escuela pública por causas evitables y estamos acá como trabajadores para solidarizarnos con Esteban y pedir que se pase en blanco. Si hay un trabajador en negro en una escuela, no pedimos que se cierre la escuela, pedimos que ese trabajador pase a estar en blanco. Aquí lo que pedimos es que a los trabajadores se los formalice”.

Compañeras y compañeros de la CTA, de ATE Capital, del Sindicato Argentino de la Manufactura del Cuero, de la AGTSyP (Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro), junto con la Asamblea Textil de Flores, el Colectivo Simbiosis Cultural, legisladores porteños, docentes, vecinos y miembros de la comunidad boliviana, marcharon hoy en repudio por la muerte de los dos niños tras el incendio en el taller textil de Flores, y para exigir políticas públicas que contemplen los derechos de los trabajadores del sector.

Bajo la consigna “Abrir los talleres al trabajo digno” la movilización se concentró en el taller incendiado el 27 de abril, en la calle Páez 2796, Flores, para luego dirigirse hacia el taller incendiado en 2006 y donde murieron seis personas, en la calle Luis Viale 1269, Caballito. El acto tuvo como oradores principales al papá de Rodrigo y Rolando, Esteban Mur; al docente Juan López, maestro de la Escuela Nº 4 “Provincia de La Pampa”, donde concurrían los chicos; al compañero Eduardo López, secretario general de CTA Ciudad y de UTE y a Juan Vázquez, integrante de la Asamblea Textil de Flores.

El compañero Eduardo López, en diálogo con Radio Central manifestó:

“Murieron dos chicos de la escuela pública por causas evitables, Rolando y Rodrigo, uno de salita de cinco y otro de quinto grado de la escuela primaria. Estamos acá primero como docentes porque no queremos ningún pupitre vacío más. Para que nunca más suceda, estamos aquí movilizándonos”.

“También estamos acá como trabajadores. Este de acá no es un taller clandestino que está escondido. Los que son clandestinos son los funcionarios que no venían a investigar qué pasaba acá a partir de las denuncias que hubo. Los que pueden ser clandestinos también son los patrones que explotaban acá. Lo que no es clandestino es el trabajador”.

“El trabajador sí era precarizado y se llama Esteban, es un padre de familia, mandaba a sus hijos a la escuela pública, muy buena persona y trabajadora que trabajaba de 8 de la mañana a 10 de la noche acá. Hacía prendas que salen mil pesos y a él le daban 10 pesos. Entre esos 10 pesos y los mil pesos hay una cadena de complicidades que es con la que hay que terminar. De manera tal que el que está aquí dentro, no gane 10 pesos por prenda, gane 100, gane 500 por prenda. Hasta que la prenda baje”.

“Nosotros no estamos en contra de la industria textil. Estamos en contra de los negreros de la industria textil. No estamos en contra absolutamente de los trabajadores. Lo que queremos es que los trabajadores se pongan en blanco”.

“Estamos acá como docentes para que no haya más bancos vacíos en la escuela pública por causas evitables y estamos acá como trabajadores para solidarizarnos con Esteban y pedir que se pase en blanco. Si hay un trabajador en negro en una escuela, no pedimos que se cierre la escuela, pedimos que ese trabajador pase a estar en blanco. Aquí lo que pedimos es que a los trabajadores se los formalice”.

Al finalizar el acto en el taller de la calle Luis Viale, Esteban Mur, pronunció unas palabras a los vecinos y organizaciones participantes. “Les agradezco de todo corazón. Gracias por acompañarme en este momento.”

Prensa CTA también dialogó con el diputado José Cruz Campagnoli, referente del bloque Nuevo Encuentro y del interbloque del Frente para la Victoria:

-¿De qué manera vienen, desde la Legislatura porteña, acompañando a los trabajadores en esta situación para que no sufran precarización laboral?

 Venimos desde hace mucho tiempo tratando de lograr que en la Ciudad se termine el trabajo esclavo. En la ciudad de Buenos Aires, ha aumentado en estos años el trabajo informal en la zona sur y particularmente en la Comuna 7 que esta Comuna de Flores donde aumentó un 5 % el trabajo informal. Creemos también que el trabajo informal generó el aumento del trabajo esclavo y a su vez bajaron los controles e inspecciones por parte del gobierno de la Ciudad. Entonces creemos que hay, por un lado, que exigir justicia por este caso de la muerte de los dos chiquitos en el taller de Páez y estamos pidiendo una sesión especial para que vengan los funcionarios del gobierno de la ciudad a ser interpelados para brindar explicaciones sobre esto y en paralelo tratar de generar un gran debate en la sociedad y a partir de esta herramienta legislativa y también la movilización para que se termine en la Ciudad el trabajo esclavo y que los trabajadores que están sometidos a ese tipo de relaciones laborales casi esclavas puedan tener la posibilidad de trabajar en lugares que el Estado fomente para que puedan desarrollar su trabajo. Sino están condenados a ese tipo de relaciones de explotación porque no tienen otra cosa. Por lo tanto para romper esas cadenas precisamos mucha intervención del Estado y que se generen fuentes alternativas de trabajo para que los trabajadores puedan trabajar porque sino terminan siendo víctimas inevitablemente de esas empresas que les pagan 20 pesos una remera y después la venden en el Patrio Bullrich a 1.500 pesos. Entonces yo creo que lo que hay que lograr es una toma de conciencia profunda por el conjunto de los actores políticos de la sociedad en la ciudad de Buenos Aires.

-Así como existe el Renatea para supervisar que se cumplan los derechos de los trabajadores del sector agrario y fiscalizar el cumplimiento de la ley por parte de los empleadores, ¿Existe a su entender la posibilidad de generar un organismo que contemple los derechos de los trabajadores textiles?

 Sí, me parece que hay que trabajar en el sentido de un organismo que pueda tratar de inspeccionar y de garantizar los derechos laborales de todo el sector textil y del calzado, que está esclavizado en la ciudad de Buenos Aires. Sepamos que el cuerpo de inspectores hoy en la ciudad de Buenos Aires cuenta con 23 personas para poder inspeccionar cerca de 2.500, 3 mil talleres clandestinos en la ciudad de Buenos Aires y es imposible que con ese cuerpo funcione. Así que es una medida que hay que tomar. Fortalecer el cuerpo de inspectores es una medida tendiente a que esto tenga mayor nivel de control.