De este modo, quien actuó en protesta por el crimen del querido dirigente social Martín “Oso” Cisneros -perpetrado el 26 de junio de 2004 por un narco que gozaba de protección policial- queda como si fuera un criminal, mientras que el asesino, sus instigadores y encubridores gozan de libertad.
La Corte no condena a un corrupto, ni a un ladrón ni, mucho menos, a un homicida; condena a Luis por increpar a la autoridad policial, por acompañar en su indignación a los dignos militantes del Comedor Los Pibes, de La Boca, donde militaba Martín.
La CTA no duda en solidarizarse con Luis y su familia, ni en instar a todas las fuerzas populares a repudiar este fallo antidemocrático y protomafioso que hace, más necesaria que nunca, la profunda reforma del sistema de administración de justicia en nuestro país.
Carlos Girotti
Secretario de Comunicación
Hugo Yasky
Secretario General