«A veinte años de la insurrección popular el proyecto considera en sus fundamentos que aquella movilización fue principio del fin de una etapa de la historia argentina, iniciada con el desmantelamiento del aparato productivo y estatal, la financiarización de nuestra economía y el sometimiento de las finanzas nacionales a los intereses de los organismos multilaterales de crédito», enumeró el diputado de extracción sindical.
En ese sentido, evaluó que las políticas neoliberales implantadas por el gobierno de Carlos Menem y que tuvieron su continuidad en la gestión de De la Rúa generaron «la destrucción del tejido social» y el consecuente «ejercicio de la violencia estatal contra los argentinos y argentinas que se movilizaron contra aquel modelo y en especial, contra el arbitrario decreto que impuso el estado de sitio como modo de impedir la protesta social legítima».
«Por eso, es necesario reafirmar la memoria, la verdad y la justicia, y conmemorar a las víctimas de la violencia institucional desatada en diciembre de 2001», concluyó Yasky en los fundamentos de su iniciativa.