Además, hay que rescatar que hubo un fuerte acompañamiento juvenil, ya que el kirchnerismo le devolvió a la juventud la mística de la militancia política.
Para los trabajadores es una excelente noticia, es una señal objetiva de que la bandera de la distribución del ingreso viene en alza. En esta línea, con este triunfo de la presidenta se espera que en este 2011 se profundice el modelo de transformación que recuperó al país de la crisis.
Para los sectores concentrados como Techint y La Rural, y para los empresarios nucleados en AEA, seguramente el triunfo les provoca un gesto adusto: deberán guardar el champagne que tenían preparado para celebrar un triunfo que, evidentemente, no se va a dar".
Publicado en Tiempo Argentino