El Gobierno intentará, en las últimas sesiones del año, aprobar la creación del instituto externo para evaluar la calidad educativa. Para hacerlo el macrismo necesita del apoyo por ausentismo o abstención de uno o dos legisladores opositores. Este lunes la UTE había denunciado que se canjeen votos por cargos como en el 2011 con Sergio Abrevaya y la Ley de Juntas.
“Macri quiere canjear cargos por votos para aprobar una Ley de Evaluación tan mercantilista y berreta como las pruebas PISA”, manifestó el Secretario General de UTE, Eduardo López.
En este sentido, explicó que: “las pruebas del Programm for International Students Assessment (PISA) son precarias metodológicamente y científicamente porque son descontextualizadas. Esto hace que países con más del 8% de analfabetismo saquen mejores notas que otros que tienen 1,6% de población analfabeta”.
López rechazó las pruebas PISA a pesar que la Ciudad de Buenos Aires fue la que obtuvo mejores calificaciones a nivel nacional. “Jamás se me ocurriría decir que es porque en la Ciudad hay mejores docentes o estudiantes que en el resto del país, sino que hay contextos distintos”.
“Mañana todos vamos a ser testigos de la dignidad que tienen que tener los legisladores para que sea el estado de la ciudad de Buenos Aires junto a las familias y los docentes quienes evalúen para transformar y mejorar la educación, o de la entrega, nuevamente, a cambio de un cargo”, agregó López.
El jueves a las 8:30 horas. el cuerpo de delgados de UTE realizará un acto en la carpa antes de entrar a la Legislatura para pedirle a los 32 diputados de la oposición que voten por una evaluación que incluya la participación de las familias, los estudiantes y los docentes, que no sea punitiva ni descontextualizada y evalúe de manera integral al sistema educativo.