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Polo audiovisual en Isla Demarchi

Diego Galíndez: “Los trabajadores del cine estamos expectantes”

Ayer, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la creación de un Polo de Desarrollo de la Industria Audiovisual en el sur de la Ciudad de Buenos Aires y un incremento del subsidio para la producción de películas nacionales. Sobre este tema, se refirió Diego Galíndez, secretario de Prensa del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina y secretario de Cultura de la CTA Nacional.

¿Diego, cómo ven desde SICA el anuncio de que hizo ayer la Presidenta, sobre la construcción de un polo cinematográfico de la industria Audiovisual en la zona de Puerto Madero?

Desde SICA, los trabajadores de la industria del cine estamos expectantes y atentos. Ya estamos en diálogo con distintos departamentos para que el gremio sea parte del Polo Audiovisual. Confiamos en el proyecto, queremos que se haga bien, sin dejar de lado a los laburantes ni al sindicato que los nuclea. Vamos a ver cómo lo seguimos trabajando. Es uno más de los proyectos que apoyamos de este modelo. Siempre con la intención de que nos escuchen y nos dejen aportar para que sea para beneficio de los laburantes. Creemos que la creación del Polo va a tener que ser lo suficientemente articulada.

¿Por ejemplo?
Por ejemplo, para que no redunde en un negocio inmmobiliario. Tendrá que ser hecho de manera transparente y que nadie pueda sembrar ninguna duda con que detrás de esto haya un negociado de cualquier empresa inmobiliaria. Si se van a construir edificios, para nosotros también sería muy bueno, porque podríamos contar con un espacio, sobre todo para nuestra escuela de oficios cinematográficos, que hoy funciona en espacios alquilados. En cuanto a la parte operativa, acordamos que hay un montón de cosas que son buenas. También hay anuncios que a nosotros nos dan tranquilidad. Por ejemplo, que subieran el tope de la plata que se le da a las películas, sujeto a taquillas. Aunque haya que tener espectadores, sería una buena herramienta que empiecen a pensar en películas que se vendan para que haya un retorno al Estado que es, en última instancia, quien financia las películas, porque acá hay muy poca inversión privada en la industria. Creo que quienes respondan a la creación de este polo audiovisual, tienen que responder a una línea política en común, que tire para adelante. Si se le van a dar beneficios a productoras y distribuidores, que comprueben que hacen las cosas como deben ser. En cualquier industria, la muestra que alguien hace las cosas bien es que el trabajador esté conforme y reciba lo que le corresponde por derecho.

¿Y en la industria del Cine, qué es hacer las cosas como deben ser?

Y, por ejemplo, que no haya más evasión al fisco a través de las cooperativas.

¿Cómo funcionan esas cooperativas?
Digamos que hay una productora quiere hacer una película. Esa productora, en vez de contratar a los técnicos, contrata una cooperativa que acusa tener una cantidad de socios, entre comillas, cuando en realidad son prestadoras de servicios que tercerizan a los trabajadores, disfrazan un salario en una seudo asociación. Entonces, los trabajadores no tienen cargas sociales, no aportan al gremio a la obra social ni a la jubilación. Los disfrazan de asociados, no participan de asambleas ni tienen un porcentaje de los réditos que deje la película, durante las dos, cuatro o seis semanas que trabajen en ese largo, para disfrazar el salario. No solamente nos quitan nuestros beneficios sociales, sino que encima son enemigos de un proyecto común, porque están atentando contra el Estado, Porque, la plata que el INCAA le da a una película, sale del presupuesto nacional, a través de las taquillas y los medios electrónicos. Y al mismo tiempo estos productores le quitan al Estado, no hacen los aportes a los que estarían obligados dando trabajo en blanco. Hoy en día , el afiliado promedio del Sindicato está desilusionado por la baja laboral y por las trabas para que la obra social pueda mantenerse en pie y que el trabajo sea en blanco y registrado y no sea negreado, tercerizado u obligado a facturar. Nosotros como institución apostamos a este proyecto, pero creemos que tenemos que estar ahí para asegurarnos que esto sirva para los trabajadores de la industria del cine.

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