Los trabajadores además pidieron al sindicato tener elecciones para elegir por primera vez un delegado gremial.
Frente a estas demandas la empresa despidió al compañero Legunda hecho que desencadenó una huelga que duró 5 días. El bloqueo total de la salida de camiones con cerveza generó un fuerte desabastecimiento en la zona.
El trabajador despedido es el joven Diego Legunda, quién realiza tareas en la distribuidora de la empresa cervecera. El pasado 26 de agosto formó parte de una lista opositora a la conducción del Centro de Empleados de Comercio de Villa Ángela, Santa Silvina y Coronel Du Graty, en manos del dirigente cavalierista Enrique Wuhrmann desde hace 15 años, la lista perdió por apenas 70 votos.
A pesar de la conciliación obligatoria determinada por la cartera laboral, la distribuidora Quilmes no permitió el ingreso del trabajador despedido. Además, la empresa modificó todas las condiciones laborales de los trabajadores que participaron de la medida de fuerza sumado a un maltrato laboral.
La distribuidora oficial de la cervecería Quilmes en el sudoeste del Chaco, afronta una veintena de juicios laborales, sin embargo un aceitado mecanismo judicial, y de connivencia sindical le ha permitido burlar las sanciones que la legislación prevé y demorar todos los juicios que los trabajadores le iniciaron.
En un caso la distribuidora Quilmes, falsificó un recibo de pago de quinientos pesos y lo convirtió en uno de cincuenta mil que en el proceso judicial presentó como prueba del pago de la liquidación final del trabajador despedido.
En Villa Ángela el juzgado laboral, está cargo del juez Diego Caballero donde se tramitan todos los juicios laborales que afronta la distribuidora de la cerveza Quilmes en el sudoeste chaqueño, algunos juicios llevan más de cinco años esperando sentencia.
Meses atrás el gremio de camioneros del Chaco protagonizó un fuerte conflicto gremial por el despido de 8 choferes, que concluyó cuando el gremio amenazó con bloquear la planta de cerveza ubicada en la provincia de Corrientes, desde entonces los empleados de comercio local comenzaron a exigir sin mucho éxito a su gremio y a las autoridades mayores controles y presencia en los lugares de trabajo.
Una de las prácticas habituales que padecen los empleados de comercio en el Chaco es la firma de recibos de sueldo por el monto de convenio, cuando en realidad perciben menos de la mitad.
Este hecho motivó denuncias públicas de los trabajadores en los medios locales que tanto el sindicato local como el Ministerio de Trabajo se vieron obligados a tomar cartas en el asunto; en los últimos meses una delegación de inspectores se presentó en los lugares denunciados donde se le exige al empleador a que abone el salario de convenio, este accede amablemente, pero un rato después de retirarse los inspectores, el personal es nuevamente convocado a la gerencia del supermercado donde es obligado a devolver la diferencia bajo la amenaza de ser despedidos.
