Bullrich, al enumerar los logros que enorgullecen al Gobierno Nacional y de la provincia de Buenos Aires, entre el módico metro de asfalto diario y alguna cloaca, coló el mérito de poner un niño por día en la cárcel.
La virtud de un gobernante debiera ser que cada día de su mandato un niño, una niña, un adolescente, un joven o un adulto accedan al derecho a la educación y no al sistema penitenciario.
Los docentes enseñamos, resistimos, construimos y soñamos para que cada día haya un pibe más adentro de la escuela. Será por eso que al actual ministro, Finocchiaro, y a su antecesor, Esteban Bullrich, les molesta tanto que no nos resignemos exclusivamente a la discusión salarial sino que incluyamos en nuestra lucha, en el primer lugar, el derecho social a la educación.
Eduardo López- Secretario General UTE-CTERA
Mariano Denegris- Secretario de Comunicación.