Es una historia de enfrentamientos con dictaduras cívico-militares, gobiernos de orientación antipopular y antinacional, y enemigos internos y externos de una política aérea el servicio del país y el pueblo argentino. Y de avances y conquistas laborales cada vez que las condiciones y la firme decisión de quienes conformamos APA lo permitieron.
Este 27 de marzo los 10.000 afiliados/as de APA hubiéramos querido festejarlo a nuestro modo: organizando actividades para toda la familia aeronáutica; discutiendo mejores salarios y condiciones de trabajo para 2020; promoviendo iniciativas en materia de derechos humanos, género, juventud, política aérea; inaugurando nuestro nuevo predio recreativo y educativo en Ezeiza; llenando nuestro renovado hotel de Mar del Plata; incorporando nuevas carreras de formación profesional aeronáutica; avanzando en las actividades del nuevo SUM de Río Grande, Tierra del Fuego; anunciando planes de vivienda y nuevos terrenos al servicio de los afiliados en Ushuaia, El Calafate y otros puntos del país.
Sin embargo, una enorme pandemia mundial nos ha cambiado las prioridades y obligado a cumplir con las responsabilidades propias del servicio público del transporte aéreo y a respetar el aislamiento social dispuesto por las autoridades nacionales.
Este es el momento de abrazarnos de otra manera y de reconocer y agradecer la inmensa tarea realizada por compañeros y compañeras de las distintas empresas y organismos que, arriesgando su propia salud en condiciones que no siempre han sido las adecuadas, han realizado en estos momentos críticos las tareas de atención a pasajeros; rampa de aeropuertos; oficinas comerciales y administrativas; aerotalleres; fábrica de aviones; hangares; tapicería; limpieza; negocios de freeshop y afines; entre muchas otras.
Y es el momento de ratificar nuestro compromiso permanente con nuestros afiliados y afiliadas, con la clase trabajadora y el pueblo argentino.
Hugo Perosa
Secretario de Prensa, Cultura y Difusión
Edgardo Llano
Secretario General