“¡Chávez no murió, se multiplicó!”, se escucha a una sola voz por las calles de Caracas. Es que el amor del pueblo a ese gran líder colmó el Paseo de los Próceres y el Cuartel de la Montaña. Porque la frase del comandante eterno, respirando sus últimos días de vida, aún resuena en los oídos de venezolanos y venezolanas: “A mí no me queda otra cosa que amarlos a ustedes hasta más allá de la vida”.