Wiphalazo en el Día Internacional de los Pueblos Originarios

“Cuánto cuesta, cuánto vale nuestra pacha. No queremos lastimarla. Por eso no nos callamos más. Cómo no voy a luchar, cómo no voy a marchar. Si nos quitan los derechos, por eso no nos callamos más”, cantaban, con sus Wiphalas y carteles, sobre la vereda de Entre Ríos, integrantes del Tercer Malón de la Paz.

Sosteniendo un megáfono, que iba pasando de mano en mano, un integrante del Malón de la Paz, Fabián, del Consejo de Pueblos Originarios Llankaj Maki, explicó: “Este proceso de unidad que trajo el Malón acá no comenzó hace un mes, dos meses o un año. Comenzó desde el momento en que se instaló un gobierno neoliberal en la provincia de Jujuy. Hace más de ocho años. Y en ese camino estuvimos buscando el diálogo. Particularmente, ¿qué nos llevó a este proceso de unidad? Cuando el gobierno de la provincia instaló una supuesta reforma que venía a mejorar la vida de cada unx de nosotrxs y que proyectaba una vida de cien años de mejores situaciones para todxs, los originarios, lxs trabajadorxs del Estado, de la Salud. Buscamos el diálogo en el Poder Judicial, en el Legislativo, en el Ejecutivo y lo único que hemos recibido es represión, cárcel, contravenciones”.

A más de 50 días fuera de sus hogares, lxs integrantes del Tercer Malón han transitado más de 3500 kilómetros desde Jujuy hasta Buenos Aires, “tratando de discutir con la mayoría de la sociedad, con los organismos de Derechos Humanos de cada una de las provincias, de Salta, de Tucumán, de Catamarca, de Santiago del Estero, de Santa Fe, de Córdoba y de Buenos Aires. Agradecemos a los movimientos sociales, a las centrales, a la CTA de lxs Trabajadorxs, a la CTA Autónoma, a la UTEP, a cada uno de los organismos de Derechos Humanos, que también se ponen la mano en el corazón y ponen énfasis contra un proyecto político que hoy se quiere instalar nuevamente acá. Hay muchos responsables. Nuestras hermanas están adentro (del Congreso) discutiendo las políticas que planteamos no solamente para Argentina sino para el mundo. Hemos recibido la visita también del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Si bien nos cansamos de repetir, hay un cuarto poder también que somos cada unx de lxs que estamos hoy acá en la calle y que tenemos que demostrar que no vamos a permitir y vamos a golpear donde más les duele, que es en las urnas, hermanos y hermanas. Ese golpe tiene que sonar y tiene que servir para que de una vez escuchen cada una de las demandas que tenemos como pueblo argentino”, subrayó Fabián.

Y detalló: “Con Wiphalazos en cada una de las provincias, hay también hermanxs que han iniciado una medida de desesperación, que es encadenarse en las puertas del Palacio de Injustica que está en Plaza Lavalle. Llevan más de 30 horas de huelga de hambre seca. Estamos en ese proceso de desesperación, estamos en ese proceso de unidad, estamos tratando también de que los organismos internacionales puedan convocarse acá y hemos convocado al relator de Naciones Unidas también para que pueda escucharnos. La verdad es que es una cuestión muy desesperada, sabemos que no nos van a escuchar ninguno de los tres poderes y por eso pedimos que nos organicemos para que la semana próxima podamos realizar un gran Wiphalazo y un Paro Nacional para que realmente podamos ser escuchadxs y que podamos llegar al territorio sin ser perseguidxs. ¡Jallalla hermanxs!!”.

Luego de expresar algunxs hermanxs y referentes sindicales y de movimientos sociales unas palabras frente al Congreso, un grupo de sikuris autoconvocadxs, con sus huancaras y pututus, musicalizó la jornada y acompañó a la gran columna de hermanxs del Tercer Malón de la Paz que marchó por Callao, cruzando Avenida Corrientes hacia Tucumán y Talcahuano, hasta llegar a Tribunales. La misma columna había salido desde allí más temprano y había marchado por Avenida de Mayo hasta el Congreso.

En el Palacio de Tribunales, había tras el vallado que puso el Gobierno de la Ciudad tres maloneros encadenados. Uno de ellos confesó que, al ver arribar a la gran columna, con los sikuris y los bombos, se le habían caído unas lágrimas. Un comunicador les alcanzó un micrófono, con un extenso palo, para que dijeran unas palabras. “Nos sentimos abandonados en Jujuy. Él (por Gerardo Morales) ha hecho la Constitución a su manera. Eso nunca tenemos que hacer, hay que respetar la Constitución. Violó nuestra Constitución, nos quitó todos nuestros derechos. Nos quiere quitar nuestra tierra, nuestra agua. Nos quiere tener sometidos. Aunque no tengamos voz, nos quiere cerrar los ojos. A punta de bala de goma, así nos quiere cerrar los ojos. En la cabeza nos pegan. Ese gobierno tenemos en Jujuy y vienen por todo el país”. “¡¡Fuera Morales!!”, respondieron lxs presentes.

“Queremos hacer llegar el mensaje a la provincia de Jujuy. A los cortes, que sigan resistiendo. No vamos a bajar los brazos acá. Si tenemos que salir muertos, muertos saldremos. Tenemos que llevar una respuesta a nuestrxs hermanos que están sufriendo en Jujuy. El pueblo unido, jamás será vencido. ¡¡Jallala hermanxs!!”, expresó otro de los huelguistas, que sostenía una Wiphala y tenía una cadena alrededor de su cuerpo enganchada a una baranda en el ingreso al Palacio de Tribunales. Mientras que el compañero a su lado, amarrado con otra cadena, tenía en sus manos un cartel que decía ‘Corte Suprema de la Nación ¡Exigimos Justicia!!’. A continuación, expresó: “Quiero dejar un mensaje a los jueces. Los jueces tienen que entender que Gerardo Morales hizo mal su reforma a la Constitución. Por empezar, él no podía ser Constituyente porque es un gobernador, tampoco los diputados. Hermanos, lancé unas lágrimas hace un rato. Esas lágrimas son de ustedes, hermanxs. Voy a luchar. Muerto, vivo, jamás esclavos”.

Por la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina estuvieron presentes los compañeros Eduardo Pereyra, secretario de Organización, y Francisco ‘Tito’ Nenna, integrante de la Mesa Nacional; mientras que por la CTA Autónoma, la secretaria de Relación con los Pueblos Originarios, Miriam Liempe, y por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), su secretario general, Esteban ‘Gringo’ Castro.