la CTA en el Luna
Día del Trabajador. El Luna hasta las manos y los cantos que te envuelven entre banderas o pancartas que se sacuden y las imágenes se suceden como si fuera una corrida por la historia de la clase trabajadora, de los sueños, de los mártires, de los que no están, de los compañeros asesinados, de los revividos en esperanza, sí, todo fue como un dibujo para el alma: Tosco, Germán, Evita en todos los matices, el General, Fuentealba, el Che y, todo era agite, era CTA festejando el 1º de Mayo. Y las provincias, marcando presencia.
El Luna es el país. La CTA lo está mostrando por este derrotero mientras sobre el escenario y sus inmediaciones, compañeros de peso, algunos como corresponde al Luna, peso pesado. Y eso es ser parte de la fiesta, compartir una refundación o como bien dijo Hugo Yasky, estamos en otro tiempo, y eso vale para todos. Hay que saber.
Eso dice Hugo: hay que saber.
Buscando compañeros del interior, era una consigna, hay que saludar a los compañeros, a las compañeras que bajaron de los micros ya contagiadas por la fiesta. “Este día, este acto, lo hemos conquistado los trabajadores. Luego de años de resistir ajustes, dictaduras, persecuciones, ahora estamos conquistando derechos y construyendo poder político para nosotros, los trabajadores. Y este acto, para la historia de la CTA, representa un mojón para seguir creciendo y fortaleciendo las conquistas alcanzadas. A partir de ahora: Todo para adelante, sin retrocesos; nunca más para atrás”, esto lo dijo Gerardo Marturet, secretario General CTA Corrientes.
Los que “estaban esperando”, que les llegara el mensaje, que no están sólos, que nunca lo estuvieron, que la Central es, precisamente, todo para adelante. Y en eso llegó el mensaje de Cristina. Ataje que se viene la marea. Fue locura. Y dale y no afloje señora, que estamos. No afloje que estamos. Y iban llegando compañeros, ministros, intelectuales y y pueblo. La FTV, la Martín Fierro, el Frente Transversal que se mandó con una bandera gigante que cubría una tribuna. Y la Celeste de Mendoza y el rojo MTL, Del otro lado Nuevo Encuentro. Y no se me baje que viene lo mejor.
Un video con tiempo de himno nacional y el General Perón, joven, hablando a una infinitud desde el balcón. Evita, y otra vez lo nuestro, lo que duele, lo que nos mataron, las Madres, y para atrás el Cordobazo, la montada cagada por la resistencia entre las patas de los caballos : la épica de una resistencia a piedrazos y furia. Y otra vez Tosco, o Fuentealba y vamos que estamos los trabajadores, que en este día, en este acto de la CTA, nos honramos de serlo. Es nuestro día, carajo.
Ante nos, Estela Díaz. Este 1º de mayo, además de los festejos, es un tiempo de reflexión, ya que existe un proyecto Nacional y Popular en marcha y del que somos parte y donde el compromiso de los compañeros y compañeras pasa a ser fundamental para profundizar y seguir avanzando. Todos sabemos qué significa la palabra emancipación. Bueno, por ahí vamos marchando. Y lo digo en nombre de la mujer trabajadora.
Desde los altavoces, anuncian homenajes para luchadores históricos. Fanny Edelmann, casi cien años, una memoria desde la guerra civil española la vio luchando. Y otros que se fueron sumando al agasajo. Pero los nombres, a veces brillan tanto que achican la fiesta. Y lo que hubo en este Luna, en este día fue precisamente la fiesta de los trabajadores. Una delegación del trabajadores del pescado de Mar del Plata o los hermanos del neumático, o los cooperativistas del ese Gran Buenos Aires que marcó presencia.
Y para cerrar, hablaron Edgardo Depetri, Luís D’Elia y de fondo, Hugo que sintetizó el momento de la Central en una sola frase: autonomía no es neutralidad. Y fue cachengue. El Luna se encendió sabiendo de qué estamos hablando.
Y hubo un fin de fiesta. La ciudad se fue comiendo las sombras de las columnas. Muchos, de regreso a provincias, otros a desparramarse por el Gran Buenos Aires. Queda la palabra. Siempre queda la palabra, como una real mensajera, queda en todos y la repetimos: autonomía no es neutralidad.
Gracias Hugo