Hugo Yasky: La madurez de la clase trabajadora va a imponer condiciones y rumbo a pesar de los dirigentes que quieran entregarla

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Entrevista al Secretario General de la CTA, el compañero Hugo Yasky, por el periodista Roberto Caballero en su programa “Mañana es hoy” (am 870).

Entrevista del periodista Roberto Caballero al Secretario General de la CTA, el compañero Hugo Yasky, con la participación del periodista Marcos Citadinni y del historiador y periodista Hernán Brienza, al respecto de los dichos de la presidenta Cristina Fernández de Kircher sobre los dirigentes sindicales, durante el multitudinario acto patrio en Plaza de Mayo.

Fragmento del discurso de Cristina Fernández de Kirchner el 25 de Mayo en el multitudinario acto patrio en la Plaza: “Espero que sigan viniendo y luchando como lo han hecho durante la gestión de Néstor y la mía porque si no lo hacen yo les voy a decir a los trabajadores que cambien de dirigentes para que sigan teniendo los mismos derechos, los mismos beneficios”.

Roberto Caballero:-Imagino que escuchó el discurso de Cristina y este pasaje en particular. ¿Qué opina al respecto?

Hugo Yasky:-Creo que es una apelación más que importante la que hace Cristina mirando hacia el futuro. Por un lado, creo que tiene una relación muy fuerte con otro tramo, cuando ella dice, le habla al pueblo, a los jóvenes, a los trabajadores, a los sectores populares: “Ustedes tienen que ser los garantes. Ustedes son los que van a hacer que esto continúe, que este proceso no se detenga después del 2015”. Y por otro lado, lo concreto y específico a la alusión que hace a los dirigentes sindicales, apelando a que sigan sosteniendo la misma actitud que tuvieron durante todos estos años tiene que ver evidentemente con que ya hay un sector del sindicalismo que está hablando de que un futuro gobierno tendría que hacer un ajuste, de que un futuro gobierno inevitablemente va a tener que revisar política, sobre lo que están queriendo poner los personeros de un futuro oficialismo de un hipotético gobierno de derecha como imaginan al de (Mauricio) Macri. Y bueno, está claro que frente a un gobierno que pretende llevar adelante por ejemplo el programa que los empresarios dieron a conocer desde el fondo empresarial, que significaría volver para atrás todo lo que conquistamos, la actitud de los dirigentes sindicales y esto es lo que plantea la presidenta de la Nación, tiene que ser seguir defendiendo lo que se conquistó y el que se baje de esa postura tendrá que hacerse cargo que frente a los propios trabajadores, porque es verdad que hay muchos que fueron siempre parte del poder, que fueron parte de ese sindicalismo empresario que ahora de buenas a primeras se convirtió en combativo. Por ejemplo, (Luis) Barrionuevo. Para poner un nombre entre muchos otros.

R. C.:-Sí, claramente.

Marcos Citadinni:-Pensaba en esto del empoderamiento y de lo que muchos oyentes decían en cuanto al mensaje melancólico que fue lo que sucedió en la Plaza de Mayo. Decíamos al comienzo del programa que es el último 25 de Mayo con Cristina Fernández como presidenta, por ahora. Y muchos decían que esto ahora depende de nosotros. ¿Cómo se hace para que esto continúe si el candidato no sigue exactamente la misma línea de lo que se vivió hasta ahora?

H. Y.:-Este proceso para mí ya es como una especie de Scania con acoplado que viene a 100 kms por hora y quien lo quiera frenar va a tener los problemas de quien quiera frenar un Scania a esa velocidad y en una ruta en la que viene en bajada. Creo que el pueblo argentino demostró en estos meses que fue el soporte de un gobierno que estaba queriendo ser puesto contra las cuerdas. Que lo iban a llevar a situaciones apocalípticas con el ataque de los fondos buitres, con una furibunda campaña de los medios de comunicación, con la operatoria como fue la de Nisman. Antes que eso, ayer lo mencionó Cristina, este lanzamiento de la Policía, la devaluación, es decir, todo lo que este pueblo argentino logró atravesar, porque no fue solamente la pericia del gobierno, hubo un pueblo que bancó, que atravesó estas instancias que eran para poner a cualquiera contra las cuerdas y sostuvo la continuidad de este proyecto. Entonces, yo creo que las conquistas que se han logrado no se las van a sacar a ni la clase trabajadora ni a la juventud, ni a aquellos que quieran una Argentina que sea capaz de tener un lugar en el mundo y no ser simplemente una especie de país servidumbre de los poderosos de Estados Unidos de Norteamérica. Creo que esto no tiene la posibilidad de ser vuelto atrás como quien da una vuelta de página. Quien se imaginó que esto tenía que tener un final como el de (Raúl) Alfonsín, es decir, llevarlo a una situación de hecatombe para justificar el cambio, lo hacía bien pero se sabe inteligentemente, lo que no previó es que aquí había un pueblo que iba a defender las conquistas y lo que no previó es que había un gobierno que no se iba a dejar arrastrar a esa situación, por lo cual digo que ahora ya es tarde. Creo que los que soñaban con un fin de ciclo a toda orquesta, dar vuelta la página y restaurar al neoliberalismo fracasaron absolutamente. Y la potencia del discurso de ayer es verdad que tuvo en algún punto un cierto tono a despedida pero la propia Cristina se encargó de corregirse cuando ella dice: “No estoy hablando de la nostalgia. Les quiero hablar de lo que pasó, les quiero hablar de lo que va a venir”. Y yo creo que el pueblo argentino sabe que lo que va a venir, aunque sea complicado, va a ser defender lo que conquistamos, y Cristina lo dijo: “Va a haber 25 de Mayo todavía más luminosos de los que conocemos” y estoy convencido de que va a ser así. Nadie va a hacer arrodillar al pueblo argentino. Después de estos años de haber tenido la certeza y la convicción de que lo que se defiende es justo.
Es como pasó con el peronismo. Ayer recordaba, cuando dieron el golpe de la Libertadora, no se podía ni tener un almanaque con la foto de Evita. Eran tan bestias que pensaban que prohibiendo los símbolos, las imágenes, borraban al peronismo de cuajo. Lo mismo pasaría ahora.

M. C.:-Uno piensa cuán condicionante es para un futuro gobierno una Plaza como la de ayer, una Plaza del Congreso como la del 1ro de marzo. Digo, Cristina Fernández va a ser alguien de suma importancia. La presidenta que no se va, como usted decía de Alfonsín, y de Carlos Menem, con su imagen desgastada. ¿Se puede gobernar de esta manera? O mejor dicho, ¿Cómo? ¿De qué manera?

H. Y:.-Yo creo que está claro que en esa comunión que se estableció entre el pueblo movilizado, el pueblo presente y la presidenta de la Nación, se establece como una especie de línea de alta tensión, que va a ser la que va a seguir dándole energía al próximo gobierno. Creo que no se puede dejar de pensar en el papel clave que va a jugar Cristina Kirchner que está ocupando el centro de la cancha, que la pone en el centro de la cancha el pueblo movilizado. Si la movilización de ayer, de estos días, no hubiese existido, o peor, si hubiese habido la convocatoria y hubiese tenido que disimularse la falta se gente poniendo carteles como hacen algunos, evidentemente podríamos estar pensando que el próximo gobierno, fuere cual fuere el candidato que gane, tendría las manos libres como para poder volver atrás muchas de las cosas que se hicieron. Creo que las imágenes de la Plaza en todos estos días en la movilización popular, el fervor, la comunión entre el pueblo que tiene su líder, habla claramente de que existe una tensión, una potencia de la que se va a tener que hacer cargo cualquiera que gobierne y cuando digo cualquiera, sé que es cualquiera de los que vienen a establecer la continuidad del kirchnerismo, (Daniel) Scioli o (Florencio) Randazzo, porque está claro que el triunfo del kirchnerismo, después de todo lo que estamos viendo está descontado.

Hernán Brienza:-Quiero volver al análisis respecto del movimiento obrero organizado porque en los ’90, cuando se hizo la gran reforma neoliberal, gran parte del movimiento obrero fue cómplice, con su herencia o con su apoyo o su apoyo tácito, como quieras llamarlo. Eran movimientos en los cuales el sindicalismo estaba unido, había prácticamente una sola CGT, después se fue rompiendo con las experiencias gremiales. Recuerdo, por ejemplo, en algún lugar de Ctera y en algún lugar de ATE, un primer momento pero no mucho más, y hoy que hay siete CGT, el movimiento obrero está más extendido en distintas facciones y que uno puede ver el lugar que ocupa (Hugo) Moyano, el lugar que ocupa Barrionuevo y (Armando) Cavalieri, el lugar que ocupan ciertos sectores de la sociedad con (Pablo) Micheli a la cabeza, ¿Creés que hoy es menos potente el movimiento obrero para pensar reformas de ese tipo si uno piensa en los tiempos que se vienen?

H. Y.:-Yo creo que en realidad la crisis es de una dirigencia sindical que jugó un papel deplorable en los ’90 y que volvió a demostrar que dirigen los sindicatos como si fueran empresas. Vos lo decías bien, llegamos a los ’90 con dirigentes sindicales que en los pasillos en la CGT rumiaban rencores contra (Saúl) Ubaldini, no sabían cómo hacer para sacárselo de encima. Ni bien asumió (Carlos) Menem dieron la oportunidad de liquidarlo y neutralizarlo a Ubaldini e inmediatamente, no solamente fueron cómplices, fueron parte de los negocios. Ahí nació el sindicalismo empresario, porque hasta ahí hablábamos del vandorismo. Después vino algo peor, el sindicalismo empresario directamente. Dirigentes sindicales que se avergonzaban de vestir la ropa de un obrero que querían ser iguales que los empresarios y empezaron a constituir empresas y en vez de tener afiliados y militantes, tenían clientes. Ese sindicalismo sobrevivió a la década del ’90 y no soporta al kirchnerismo porque quiere volver a la vieja relación en la que ellos, junto con los empresarios son parte de una especie de elite que vive de espalda a la necesidad de su pueblo. Ese sindicalismo, en un escenario de intento de restauración de neoliberalismo, tal cual lo piden los grandes grupos empresarios, sin anestesia porque si uno ve la medida que tienen lo hacen sin anestesia, ese sindicalismo no sobreviviría seis meses al frente del sindicato si entregaran al propio sindicato como lo hicieron en la época de Menem. No tengo duda de que hoy la madurez de la clase trabajadora va a imponer condiciones y rumbo a pesar de los dirigentes que quieran entregarla y hay una a prueba. Y sí, efectivamente hay cinco divisiones en la cúpula del movimiento sindical, cinco centrales podríamos decir. Entre comillas, porque algunas son centrales de juguete nada más. Pero lo que sí está claro es que los sindicatos hacia abajo no se dividieron. Fijate que no hay ningún sindicato que se haya dividido hacia abajo como tal. No hay cinco metalúrgicos, cinco sindicatos docentes, y en el momento de la pulseada para sostener el rumbo de este gobierno, en la base de los sindicatos, estos dirigentes que quieren subirse al Arca de Noé de Macri quedan absolutamente solos.

R. C.:-Hugo, muchas gracias por esta comunicación con la Radio Pública.

H. Y.:-Hasta luego, buen día.

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