Stella fue maestra normal nacional, asistente social y, sobre todo, una luchadora y militante popular. En los ‘70 trabajó como obrera para experimentar en carne propia las vivencias de las mujeres trabajadoras y contribuir a la organización gremial. Allí desarrolló una intensa militancia en la JTP (Juventud Trabajadora Peronista).

En 1975 la Triple A arrancó de su lado y asesinó a su compañero y padre de la mayor de sus dos hijas, Mauricio Teplitzky, un activo y comprometido militante.

Los años de dictadura no lograron que Stella e innumerables docentes abandonaran la orientación educativa aprendida de Paulo Freire: sorteando toda clase de escollos fueron agrupándose en la Unión de Trabajadores de General Sarmiento, desde donde se reconstruyó el Gremio de Trabajadores de la Educación en la Provincia de Buenos Aires.

Ya en democracia, Stella fue electa -entre otros cargos- como Secretaria de Derechos Humanos del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) y desde 2007, Secretaria General de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).

Fue una mujer que se definió a sí misma como “apasionada de la vida”, cuya militancia estuvo signada por un intenso compromiso social y político. Es por eso que a través de ella pretendemos homenajear también a todas las mujeres trabajadoras, gremialistas y militantes de los Derechos Humanos, comprometidas con la justicia social y la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia.