Entrevista a Daniel Pérez Guillén
El Secretario General Adjunto de la CTA provincia de Buenos Aires y dirigente de la Asociación Judicial Bonaerense se expresó respecto de la intervención de Julio Piumato a la Unión de Empleados Judiciales de la Nación.
Daniel Pérez Guillén: “No es el mismo Piumato con el que marchábamos juntos en los años ’90”
En el marco del acto en repudio a la intervención del moyanista Julio Piumato a la Seccional 2 de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), dialogamos con el Secretario Adjunto de la CTA de la provincia de Buenos Aires y dirigente de la Asociación Judicial Bonaerense.
-¿Cuál es tu opinión con respecto a la conferencia de prensa que se va a dar en minutos aquí en las escalinatas de Tribunales?
Es muy importante la presencia de todos los compañeros porque es una barbaridad gremial la intervención de Julio Piumato, máxime cuando escucho que el argumento es lo ideológico y que Piumato era fanático de este proyecto hasta hace 15 días. Ahora se cambió y es el fanático opositor. Entonces el problema ideológico lo tiene él, es decir, anteponer siempre lo ideológico a lo gremial. Las compañeras y compañeros de la ciudad de Buenos Aires, hay que reconocerlo, conforman una conducción muy joven y que le ganó a Piumato con el 87 % de los votos. Me parece que ese 87 % no era una posición ideológica, es una posición efectivamente gremial, que se sienten representados por estos jóvenes. Para nosotros es importante, para este nuevo gremialismo que hay que hacer, venir a dar el apoyo y que esto florezca realmente y que sea una representación de todos los trabajadores judiciales.
-Piumato tiene un recorrido en el que, cabe recordar, desplazó en 2013 a dos compañeros de la Comisión Directiva Nacional (Víctor Hugo Dellarrosa y Carlos Minella) y también intervino la Seccional 5 de Tucumán por cuestiones ideológicas
Exactamente, entonces pareciera que el que está poniendo la ideología por encima de todo es él; por encima del interés de los trabajadores judiciales que eligen sus legítimos representantes y él interviene con una supuesta facultad que podría tener por sobre la decisión soberana de los que eligen a sus representantes. A mí me da lástima. No puedo pensar que este es el mismo Piumato con el que marchábamos juntos en los años ’90. Entonces creo que se trata de la decadencia de una conducción que tiene que dejar paso a los que legítimamente están peleando por los derechos de todos los trabajadores hoy.
-Como bien decías, esta conducción que integra la Lista Azul y Blanca tiene un 95 % de los trabajadores judiciales de la ciudad en planta permanente. Estos logros, ¿van a ser reivindicados en este momento en que la fuerza ganadora necesita del apoyo de todos los trabajadores?
Sí, y además hay algo muy concreto y es que ellos ya estaban trabajando en el convenio colectivo del sector. Cosa que Piumato había descuidado como descuidó también en otro momento la porcentualidad salarial. Entendemos que el apoyo de la gente claramente tiene que ver con que se sienten respaldados, se sienten representados y defendidos por esta conducción gremial y eso también tiene un posicionamiento político. Por supuesto que tiene ideología atrás. Ahora, esa ideología pone primero los intereses gremiales por sobre los político partidarios. Cosa que él siempre hizo al revés, por eso quiso ser diputado y quiso volver a serlo con ese invento con (Julio) Bárbaro que no sacó ni el 1 % de los votos, lo cual lo tendría que hacer reflexionar. Él empezó teniendo representación popular legítima y hoy se está escudando en las intervenciones para no demostrar que no representa realmente a los trabajadores judiciales. Entonces nosotros estamos con un pleno apoyo a esta juventud que ha demostrado ir a confrontar en las urnas, cuantas veces sea necesario, por la representación de los trabajadores.
-¿Qué se puede hacer en lo concreto para avanzar en contra de esta intervención de Piumato, cuando a los trabajadores, por otro lado, les deben aún el sueldo de marzo?
Lo primero es lo nuestro, de rodear este conflicto, tanto los gremios de la CGT como las representaciones de la CTA; reconocerle la legitimidad a los compañeros y a las compañeras y empezar a luchar porque se reconozca esto en la Justicia, en el Ministerio de Trabajo. Porque la proyección de los compañeros sea para realmente conducir después el gremio. Creo que lo de Piumato es una demostración de que se está yendo y creo que eso nos haría mucho bien en un momento que hay que discutir las condiciones laborales, los sueldos atrasados como mencionabas pero, además, hay un compromiso militante para discutir el modelo de Justicia, que haya realmente una Justicia que represente al pueblo y además toda una transformación en esa Justicia para que pueda ser la Justicia que se necesita en este momento. Nosotros discutíamos el problema del acceso a la Justicia y nos dimos cuenta que hasta nosotros mismos lo discutíamos con ideas viejas, de que la gente venga a lo que se llama el “Palacio de Justicia”, que no es casual, sino que se trata de una Justicia cortesana, y eso lo tenemos que cambiar por la Justicia en los barrios. Y eso es todo laburo que vamos a tener que hacer como gremio y vamos a tener que hacerlo como sociedad. Porque este es el otro asunto importante: abrir el gremio a la sociedad. No cerrarlo, como fue el 18 de febrero (18F), en que una burocracia sindical se alió con una burocracia de los funcionarios y magistrados del poder Judicial, que es lo más conservador que estaba acá, en hacerse representante de la Justicia y exigirle, desde esa Justicia, una resolución política al gobierno Nacional. Creo que fue un camino equivocado y que transitó también (el juez Ricardo Luis) Lorenzetti y que se dio cuenta que tuvo una amplia derrota popular porque el pueblo está pidiendo otra Justicia y otro modelo de inclusión que hay que garantizar militando todos los días.