Fuente: Página/12

Un militante de los derechos humanos

Fue representante de la Unasur en Haití y ahora se había incorporado como asesor de Martín Fresneda. Participó de la Gremial de Abogados y en el exilio fundó la Comisión Argentina de Derechos Humanos (Cadhu).

Rodolfo Mattarollo había regresado a “su lugar”, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, cuando su mandato como representante de la Unasur en Haití había culminado. En eso estaba, en acomodarse como asesor del titular de ese organismo, Martín Fresneda, y en pensar cómo cumplir su sueño: llevar la experiencia de Argentina en la lucha por los derechos humanos, “el proceso de memoria, verdad y justicia a los países que aún no logran encauzar ese rumbo”, contó Fresneda a Página/12, cuando lo sorprendió la muerte. Tenía 75 años. Sus restos serán despedidos esta mañana en el auditorio Emilio Mignone de la secretaría (25 de Mayo 544).

Como abogado, Mattarollo fue “incansable” en su defensa de los militantes que fueron detenidos por razones políticas durante los primeros ’70. Entonces, integraba la Asociación Gremial de Abogados de Buenos Aires, una experiencia sindical que nucleaba a 150 defensores de presos políticos “sin distinción de ideología”, había expresado en diálogo con este diario. En el marco de esa tarea, integró, junto a Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Ortega Peña, Mario Amaya y otros integrantes de La Gremial, el grupo de letrados que representó a los protagonistas de la fuga colectiva del penal de Rawson, en julio de 1972, y a quienes, un mes y pocos días después, se convertirían en las víctimas de la Masacre de Trelew. Mattarollo defendía a María Angélica Sabelli, una de las militantes fusiladas.

La persecución que el Estado desató durante aquellos años hacia todo aquel que buscara cambiar las condiciones de vida que imperaban en la Argentina lo expulsó del país, pero no de su rumbo: trabajó por los derechos humanos desde el exilio durante la última dictadura cívico-militar y siguió haciéndolo a su regreso. Fundó, en Francia, la Comisión Argentina de Derechos Humanos (Cadhu). Durante la década de los ’90, incluso, trabajó en Naciones Unidas y en la Organización de los Estados Americanos.

“Por todo el bagaje que tanto Rodolfo como Eduardo traían de aquella lucha en la defensa por los derechos humanos, Néstor (Kirchner, el ex presidente) los convocó a diseñar las nuevas políticas públicas de derechos humanos de los años que vendrían tras la derogación de las leyes”, reseñó Fresneda, quien ocupó el cargo que Duhalde dejó vacante tras su muerte, en 2012. Mattarollo fue jefe de Gabinete de la secretaría nacional y luego subsecretario, siempre durante la gestión Duhalde. En 2008 lideró la comisión de expertos que, por encargo de la Unasur, investigó lo sucedido en la denominada Matanza de Pando, en Bolivia. Entre 2010 y los primeros meses de este año, fue embajador en Haití de ese organismo.

Desde su regreso al país se sumó a la Secretaría de Derechos Humanos como asesor del titular. “La secretaría era su lugar en el Estado. Decía que quería dedicarse a compartir la experiencia de Argentina con el mundo: desde el proceso de lucha de los ’70 hasta la recuperación del Estado y la incorporación de esa lucha vuelta política pública, pasando por la resistencia”, añadió el secretario.