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, por CTA Comunica

Fuente: Pagina/12

“Servicios y familia judicial”

El secretario de la CTA de los Trabajadores participó en Washington de una cumbre sindical mundial con funcionarios del Banco Mundial y el FMI. Ya de vuelta, cuestiona la imputación a la Presidenta y la convocatoria a la marcha.

“Algunos de los fiscales que marchan tienen trapos sucios y cuentas pendientes, fueron señalados por su inacción por los propios familiares de las víctimas de la AMIA y no admiten que nadie ponga luz sobre las relaciones viscosas que han tenido casi siempre para favorecer a los dueños del poder.” La frase, tajante, pertenece al líder de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, consultado sobre la marcha convocada por un sector de fiscales por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Hace pocos días, Yasky participó de una cumbre del movimiento sindical mundial que tuvo lugar en Washington, donde en nombre de la CTA coincidió con las demás centrales en hacer una presentación ante la ONU para elaborar una legislación que proteja a países emergentes con reestructuración de deuda y sean víctimas de los fondos buitre, tomando a Argentina como caso testigo.

“Fue una cumbre del movimiento sindical con representantes del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se hizo en Washington, en el edificio del Banco Mundial, y terminó siendo una confrontación entre la mirada del mundo sindical y, por otro lado, los funcionarios de esos organismos, que fueron interpelados y quedaron expuestas las políticas que han llevado a hacer recrudecer las crisis tanto en Europa como en países periféricos”, comentó Yasky. Entre las organizaciones obreras participaron la Confederación Sindical Internacional y la Global Union, que representa a las internacionales de trabajadores de todo el mundo agrupadas por sector, además de referentes invitados de centrales sindicales de todos los continentes, junto a todos los directores de los grupos presidenciales del BM y del FMI.

“Nosotros planteamos la incidencia que tienen las políticas de ajuste que surgen del Consenso de Washington y del FMI, cómo eso llevó a la Argentina a una crisis terminal que finalizó con el estallido social de diciembre de 2001, y que la experiencia argentina demuestra que todo lo que se pudo remontar de esa crisis de desempleo y exclusión social y destrucción aparato productivo fue aplicando políticas de contacara a las recetas ortodoxas del BM y FMI, es decir, Argentina y otros países de América latina fueron lo opuesto de aquel consenso”, definió.

–¿Y cómo reaccionaron los directivos del BM y del FMI?

–En los debates siguen teniendo una posición irreductible, aferrados a los dogmas de siempre. Pero reconocen que estadísticamente en América latina se pudo reducir desigualdad, se lograron éxitos en la lucha contra la pobreza extrema, reconocen que Europa es el continente que más retrocedió en términos de desempleo y bajas de salarios. Admiten como éxitos la Bolsa Familia de Brasil y la Asignación Universal por Hijo (AUH) de acá, pero a la vez caen en la contradicción de que para Grecia y Portugal siguen en las mismas posiciones. En mi intervención dije que era necesario liberar la política y las democracias del callejón sin salida al que pretenden empujarnos los grupos de poder económico y los dueños de multimedios, que tratan en toda América latina de desestabilizar a los gobiernos populares y democráticos. Varias centrales cuestionaron el mote de populistas para definir a los gobiernos progresistas, y se cuestionó la facilidad con que se permitió a los fondos buitre atacar a países como el nuestro. Además, coincidimos con la Global Union y la Confederación Sindical Internacional en la necesidad de encontrar en septiembre una fórmula que permita en la ONU la creación de legislación, con Argentina como caso testigo, que sirva para que no les suceda a otros países con deuda lo mismo que a nosotros.

–¿Cuál es su opinión del dictamen fiscal que acusó a la Presidenta por el encubrimiento del atentado a la AMIA?

–Evidentemente la denuncia que presentó Nisman –ahora que es conocida en cada detalle– no es más que un alegato político que expresa, como un collage, las denuncias que han hecho sectores de la derecha en Argentina para tratar de desgastar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El fiscal que ahora tomó la causa (Gerardo Pollicita) en la práctica ha decidido bajar un par de cambios, algo que ocultan los grandes medios, al no citar a indagatoria a la Presidenta, con lo cual está reconociendo que no hay mérito ni siquiera para tomar esa decisión. Hoy (por ayer) el editorial de Clarín enuncia algo obsceno, plantea que Nisman es un cadáver que va a perseguir eternamente, mortificarlo por siempre, a este gobierno. Revolotean como moscas alrededor de una situación trágica, que solamente va a ser explicada cuando se esclarezcan los nichos del poder donde se mezclan la casta sagrada familia judicial con los servicios de inteligencia locales e internacionales, con los sectores opositores, que también de manera obscena se suman a la marcha de los fiscales.

–¿Qué le parece esa movilización?

–Muchos de ellos tienen cuentas pendientes con la Justicia, la actuación del fiscal (Guillermo) Marijuán ha sido cuestionada. Y son los mismos que fueron señalados por inacción por los familiares de las víctimas del atentado a la mutual judía. Aparecen haciendo una convocatoria cuyo único hilo conductor es la reacción y el odio ante una serie de cambios que en Argentina significaron el intento de llevar democracia a esos estamentos oscuros donde habitan como señores de una casta superior. No admiten que nadie ponga luz sobre sus relaciones viscosas, casi siempre a favor de los dueños del poder económico.