, por Emir Sader

Seminario Internacional

“El mundo del trabajo existe”

“Debemos redefinir lo que es el trabajador”
Habrá una superación de la sociedad de la explotación cuando los trabajadores se vuelvan la clase hegemónica dominante

Buenas tardes, compañeros, compañeras, muchas gracias por la invitación. Es un honor poder dirigirme a ustedes.

Felicitaciones a los que lograron organizar este evento representativo en un momento muy especial de Argentina, de América Latina y del mundo.

Una de las paradojas del mundo actual es que nunca tanta gente vivió de su trabajo, pero nunca el trabajo fue tan invisibilizado, escondido, como si el mundo del trabajo, del trabajador no existiera más.

Existen las máquinas, existe la Bolsa de Valores, existen los medios de comunicación pero, pero no hay trabajadores. El trabajador no está en las telenovelas, no está en las primeras páginas de la revista, no es tema de grandes libros de best seller. Sin embargo nunca tanta gente vivió y vive de su trabajo. Hombres, mujeres, niños, blancos, negros, indígenas, viven de su trabajo anónimo, cotidiano. Y las jornadas no son de 8 horas, son de 12, de 14 horas.

Un ex presidente norteamericano, Bill Clinton, una vez dijo orgulloso en un comicio electoral, que habían creado 20 millones de empleos. Un tipo se paró y dijo: Sí, es cierto. Yo sólo tengo tres. La jornada de trabajo de la gente se alarga ampliamente. El número de empleo no corresponde a la creación efectiva de la fuente de trabajo con cartera de trabajo. Una invención del neoliberalismo cruel, es la idea de la flexibilización laboral. El cuento de que se gasta mucho con los salarios. La disminución de derechos, generaría la creación de empleos. Hoy mismo el cuadro económico fundamental del candidato de la oposición en Brasil, tiene el desparpajo de decir que la economía brasileña no crece más porque el salario mínimo es muy alto. Así que ése es el obstáculo fundamental.

Vinieron con la historia de la flexibilización laboral. Que es una mentira. La palabra es engañosa. Flexibilización o informalización. ¿Qué es lo que prefieren? ¿Que seamos flexibles o inflexibles?: Flexibles. ¿Formales o informales?: informales. En el trabajo significa expropiación de los derechos del trabajador. Trabajar sin derechos, sin cartera de trabajo. Es una enorme mentira, la palabra real es precarización de relaciones de trabajo. Trabajar sin los derechos fundamentales garantizados. El neoliberalismo ha hecho que nuestras sociedades, la mayor parte de los trabajadores, no tenga cartera de trabajo. Puede tener una fuente de trabajo, pero sin garantías fundamentales. En países que combaten la exclusión, como Argentina, Brasil y otros, en estos últimos diez años, siempre ha crecido el número de empleos formales. Se ha recuperado el derecho del trabajador a sindicalizarse, a tener garantías fundamentales. Pero el mundo del trabajo fue un enemigo, un adversario fundamental del neoliberalismo. El mundo cambió para peor en las últimas décadas. Cambió la correlación de fuerza entre el capital y el trabajo. Cambió en gran medida porque cambió políticamente el mundo. Salimos de un mundo bipolar con dos grandes bloques de fuerza, para un mundo unipolar. Uno de ellos perdió la guerra fría. De un mundo bipolar pasamos a un mundo unipolar, bajo hegemonía imperial norteamericana.

Pasamos a un ciclo largo, expansivo del capitalismo, de postguerra, hasta los años 60, 80, a un ciclo largo recesivo del capitalismo. Porque ahora un sector dominante en la economía capitalista, que es el capital financiero, bajo su forma especulativa. Que no produce bienes y que no produce empleos. Y salimos de un modelo hegemónico de derecho de bienestar social, para un modelo económico liberal de mercado. Competición salvaje entre la gente para ver quién puede salvarse. Son cambios brutales. América Latina fue víctima privilegiada de todo eso. Tuvimos la crisis de la deuda , dictaduras militares, en los países más del continente, que han quebrado la capacidad de resistencia del campo popular

Y fue la región que tuvo más gobiernos neoliberales del mundo. Pero hemos aprendido de todo eso.
Nos hemos vuelto la región que tiene más gobiernos anti neoliberales, gobiernos que privilegian las políticas sociales y no los ajustes fiscales; gobiernos que no privilegian tratado de libre comercio con Estados Unidos, sino más bien su integración nacional, intercambios sur-sur, de expansión del mercado interno de consumo popular. Y gobiernos que hemos rescatado el rol del Estado.
El Estado del crecimiento económico con garantía de derechos sociales.
En ese marco cómo queda el mundo del trabajo. Cada vez más gente trabaja pero en condiciones muy difíciles, muy precarias.

Una gran reconcentración mundial del poder del imperialismo norteamericano y del capital financiero, sobre todo, y del capital, repito, no necesita de trabajadores. El capital que ni siquiera genera empleo en el sector bancario. Es el enemigo central hoy día del crecimiento económico y generación de empleo: es el capital especulativo.

El diagnóstico que hizo el neoliberalismo allá atrás, con la voz de Ronald Reagan, era de que la economía no crece porque hay muchos obstáculos para el libre circulación del capital. Hay muchas reglamentaciones. Si sacamos los obstáculos, el capital volverá a invertirse, volverá a crecer la economía y todos ganarán. No fue lo que pasó. Sin reglamentaciones, normas, el capital se canalizó para especulación financiera. No volvieron a haber inversiones productivas.

Como decía Carlos Marx, el capital no está hecho para producir, está hecho para acumular riquezas. Si gana más en la Bolsa de Valores, va a la Bolsa de Valores. No importa la situación social. Entonces las economías crecen poco o crecen nada. Por eso es que los empleos son cada vez más precarios. Hace un tiempo, hasta los estudios universitarios, la sociología del trabajo era la más importante. Casi la especialización más importante. Y hace 20 o 30 años hacia acá, no parece que el tema del trabajo es algo así como sociología del deporte, sociología ecológica, sociología del género, como si fuera una actividad entre otras.

Sin embargo, cruza, sigue cruzando, gran parte de la actividad de la humanidad. Es que había una visión muy reductiva de las contradicciones sociales, que creía que la contradicción capital trabajo era la única contradicción, y que una vez resuelta se resolvería los problemas de género, étnicos, de color. No es así es un conjunto de contradicciones. Pero lo que hoy articula, sigue articulando la vida de las sociedades, es la relación capital trabajo.

Hoy día hay una mercantilización de todo. Todo se vuelve mercancía. El objetivo del capitalismo es transformar todo en mercancía. Todo se vende, todo se compra, todo tiene precio. Y las relaciones de trabajo son una víctima de eso. Como le digo primero por la superexplotación del trabajo. En cada uno de nuestros países se puede calcular cuántos coches más se producen respecto a 30 o 40 años atrás. Muchísimos más con muchísimos menos trabajadores. Es decir, aumenta la productividad, aumenta la tecnología y no se reparten ni generando empleos ni distribuyendo renta para los trabajadores.

Hay una visión muy equivocada de que el desempleo de los trabajadores es producido por la tecnología. Desempleo tecnológico dicen ellos como si fuera la tecnología que echa a los trabajadores. La tecnología no echa a nadie. La tecnología puede ahorrar tiempo para producir una mercancía. Se puede producir esta mercancía en mitad de tiempo. No es necesario echar la mitad de la gente. Se puede mantener todos los empleados, y producir el doble de micrófonos; se puede mantener todos los empleados producir la misma cantidad de micrófonos y disminuir la jornada de trabajo a la mitad. O se puede hacer lo que se suele hacer: producir la misma cantidad de micrófonos y echar la mitad de la gente.

Entonces no es la tecnología que echa. Son las relaciones de clase que echan, el que se apropia de la tecnología, aumenta sus ganancias y echa a la gente.

Cuando se inventó la luz eléctrica ¿cuál fue la primera consecuencia? ¿Mejoría de calidad de vida de la gente en sus casas? No, introducción de la jornada nocturna de trabajo.

¿La culpa es de Tomas Edison? No, Tomas Edison, hizo una invención tecnológica. El que se apropia de la tecnología, gana más y hace que los otros paguen el precio de eso. La tecnología puede ser usada por los trabajadores para disminuir la jornada laboral, que es lo normal, lo que debiera ser. Entonces, hay que desmitificar la idea de que hay desempleo tecnológico.

Qué es lo que dicen los gobiernos neoliberales? Usted entró muy temprano al mercado de trabajo, muy precipitado, muy ansioso, no se calificó. ¿Ahora quiere que nuestro país pierda la competencia internacional por baja calificación laboral? Salve el mercado, un día volverá... No vuelve nunca. La verdad, la baja calificación es justamente por la miseria en que viven las familias de los trabajadores. Hace que la gente tenga que ir a buscar trabajo muy temprano y que no pueda calificarse, y quede toda la vida como un trabajador descalificado, superexplotado, etcétera.

Tenemos como batalla fundamental hoy día, cuando hay fuerzas anti neoliberales fuertes, en América Latina y otras partes del mundo, rescatar en la agenda fundamental de la humanidad el mundo del trabajo y sus problemas. Que es el mundo de la miseria cotidiana de la gente. Que no aparece. Que sale de su casa tempranísimo. Gasta dos o tres horas de transporte. Que tiene sus accidentes de trabajo, sobre todo la primera media hora que llega cansado, que vuelve a su casa agotadísimo. Eso no aparece. Eso no está en las películas. No está en la televisión. En ningún lado.

Queremos que eso aparezca porque la gran parte de la humanidad vive así. Y no sólo rescatar las imágenes, y la vida, sino rescatar sus problemas. Los problemas de la super explotación del trabajo. El problema de los accidentes de trabajo. La discriminación y violencia contra la mujer. El trabajo infantil.

Es una plataforma que quedó rezagada. Está muy bien que se reivindique lo ciudadano, la ciudadanía, la sociedad civil, lo que sea, como el Foro Social Mundial reivindica fuertemente. Pero las cuestiones sociales son las determinantes.

América Latina, los gobiernos progresistas de América Latina, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Ecuador, Bolivia, tienen gobiernos con fuerte apoyo popular por sus políticas sociales. la vida de la gente en una situación social: el acceso a derecho, distribución de renta, la realidad efectiva de la gente. La media solamente usa números. Si el gobierno gasta mucho, no dice en qué gasta. Quiere recortar, pero no dice que quiere cortar con enfermeras, profesores, porque piensa que es un gasto inútil socialmente el gasto del Estado. La propia especialización económica de los periódicos, separa la economía de la situación social. Nuestra función es traducir los números en la realidad social que está por detrás de eso. El mundo del trabajo está por detrás de cada estadística. Mejora la productividad porque mejoró la capacidad de trabajo de la gente. Aumenta el desempleo, porque hay más trabajadores despedidos. Tenemos que redefinir la categoría trabajo.

Hoy se multiplicó. Se volvió más heterogénea, desde el trabajo intelectual, hasta el más descalificado en la otra punta. Todo es el mundo del trabajo. Las categorías de la clase trabajadora se ensanchó mucho más. No podemos pensar sólo en que el trabajador industrial es el núcleo fundamental.

Pero se ha ampliado muchísimo más lo que es el mundo del trabajo.
Para volver a disputar hegemonía en la sociedad, tenemos que establecer amplias alianzas redefiniendo lo que es el trabajador. Qué función tiene cada uno. Para mostrar que sí hay solidaridad entre los trabajadores. Hay un mundo del trabajo que se opone a ese 1% del mundo del capital que es sobre todo el capital especulativo. Esas son funciones fundamentales que tenemos.

Hay que descifrar los enigmas, hay que desmitificar las manipulaciones mediáticas, ideológicas que se tienen sobre el mundo del trabajo. Hoy día y repito lo que dije, con la desreglamentación, con la suspensión de obstáculos, los capitales se transfirieron brutalmente del sector productivo, al sector especulativo. Más del 90% de los intercambios económicos del mundo no son producción de bienes. Son compra y venta de papeles. Capitales predatorios que viven del endeudamiento de países, o de especulación si una empresa se va a valorar o se va a devaluar, y viven de eso. Que significa nada como creación social, ni bienes, ni empleos. Ese capital es el obstáculo para el crecimiento económico de nuestras sociedades. Porque va a la especulación en la bolsa de valores y a los paraísos fiscales.

El brillante ministro de economía argentino, a quien admiro mucho, dijo: esos fondos buitres tienen sus sedes fundamentales, en los paraísos fiscales. Y perdón, pero esos paraísos fiscales, son la casa de putas del capitalismo. Donde se hacen las cosas “feas” para que la sociedad siga funcionando “muy bien”. Por ahí pasa. Para que la familia tradicional funcione bien, se cierra los ojos para que el hombre vaya a las putas. Por los paraísos fiscales pasa la plata del mercado de drogas, pasa la plata del armamento, de todas las cosas feas del capitalismo. Las diez principales empresas que especulan en Londres, en la city de Londres, tienen su sede o sus subsidiarias en los paraísos fiscales.

¿Por qué no se abre esa caja negra para mostrar lo que son? Son fundamentales, ahí está el funcionamiento general del capitalismo.

Son los que se amparan en el judiciario del país más desigual del centro del capitalismo, del país más violento de la historia de la humanidad, que es Estados Unidos, para intentar ahogar la heroica renegociación de la deuda que hizo Argentina.
Es un pésimo ejemplo lo que hace Argentina. Si Argentina logra concretar, y lo va a lograr, la renegociación de su deuda, qué mal ejemplo para Grecia, España, Italia, para tantos países que entraron en la trampa del Fondo Monetario, y sus crueles intenciones, contra los derechos sociales, que son los derechos de los trabajadores. Eso es lo que no quieren que se concrete.

En los 90 parecía que no lograríamos salir nunca, porque cada vez se tomaba más plata prestada, cada vez con tasas de interés más altas, cada vez las cartas de intenciones eran más duras. Pero salimos, y no salimos oprimiendo el salario de los trabajadores, al contrario, creando empleo. Salimos del Fondo Monetario Internacional, distribuyendo renta. Parece un milagro. Y el mundo afuera, gente de Egipto, de España, preguntan ¿cómo han logrado hacer eso ustedes? Parece que el círculo del endeudamiento es un círculo fatal, que no se puede evitar. Los Brics ahora, han creado un banco de desarrollo y han creado un fondo de reservas. La reunión de los Brics tenía un lema: “Desarrollo con integración social”.

Lo que hace Europa es estancamiento con exclusión social. Estamos a contramano, felizmente de todo aquello. Y aparte de eso, liberarse del Fondo Monetario Internacional.

Argentina es un rezago del pasado. Esos mismos que han comprometido a Argentina no sólo con las deudas de la dictadura, y de los gobiernos neoliberales, pero además han escogido a Estados Unidos para negociar las cosas, hoy están cínicamente en la oposición. Pero las deudas fueron creadas por ustedes, cabrones; por ustedes, grandes empresarios; ustedes, partidos políticos de la oposición, y hoy están intentando obtener ganancias políticas, saboteando el heroico esfuerzo del gobierno de Cristina Kirchner, de renegociar su deuda, de mantener su soberanía. Son ellos que han comprometido este país.

Argentina superó situaciones muy difíciles del 2001 y 2002. La peor crisis de su historia, cuando la “mágica” política de la paridad explotó como debía explotar.
Increíblemente en base a gobiernos progresistas, en base a la capacidad de trabajo de su gente,
Argentina empezó a recuperarse y eso es una espina en la garganta de la derecha argentina e internacional.

Cómo un país, después de la crisis brutal que tuvo pudo recuperarse. Y recuperarse con democracia, con inclusión social, con estabilidad política, con democracia política, a pesar del sabotaje de la media, y la oposición política y empresarial. Es un pésimo ejemplo para los pueblos. Para México, es un pésimo ejemplo. Para los países de América Central es un pésimo ejemplo. Por eso quieren acogotar a Argentina, hacer que ceda a los deseos de ese 1% que corresponde al 1% de las élites empresariales de todos los países. Pero Argentina resiste. Tiene el apoyo no solamente de su pueblo, sino de los países de América Latina, del mundo del trabajo a escala mundial, de la comunidad internacional que piensa que nadie puede sancionar algo así, pero ellos no hacen nada en función de eso. Se solidarizan porque es muy feo quedar al lado de una instancia que se llama “fondos buitres”. ¿Quién quiere llamarse así? Por eso la oposición no dice: estamos con los fondos buitre. Dicen: estamos en contra de este gobierno. Porque ellos lo único que quieren es tumbar gobiernos progresistas en América Latina. No le importa la manera que sea.

Yo creo que una como institución como ésta, un congreso como éste, se hace en un momento delicado, en que justamente los plazos son cortos, para que Argentina pueda superar este escollo más.

Yo creo que el mundo del trabajo es exactamente el mundo opuesto al mundo de la especulación. Lo que diferencia al hombre de los otros animales, es la capacidad de trabajo. Transformar el mundo. Debiera ser lo que más ame el Hombre. El hombre odia el trabajo alienado, el trabajo salvaje, brutal. No puede escoger dónde trabajar. No escoge qué es lo que va a producir ni nada, pero sigue siendo el instrumento fundamental para producir riquezas en el mundo. Es el elemento fundamental de concentrar riquezas en el mundo.

Hoy nuestra lucha es contra el neoliberalismo, y su expresión más avanzada, que es el capital financiero. No financia la producción, no financia la investigación, es simplemente la especulación financiera, la concentración de rentas, cada vez más grande.

Yo creo que tenemos por delante la necesidad de ayudar a Argentina a superar ese escollo, pero la necesidad estratégica, a mediano plazo, de rescatar el mundo del trabajo en el imaginario social, en las investigaciones del espacio público académico, en la agenda de reivindicaciones en el campo popular.
Ese es el mundo real de la gente, el mundo del que trabaja. Del que vive del trabajo. No vive de la explotación ajena. No vive de la especulación.

Por eso mi orgullo de hablar con ustedes, estar en un evento tan representativo, organizado por una central con las características extraordinarias que tiene la CTA. Eso nos da fuerzas.

Habían dicho que terminaba el mundo del trabajo. Parece que hoy en día hay sólo máquinas. Parece que no hay más trabajadores. Parece que no hay más super explotación. Parece que no hay más accidentes de trabajo. Sin embargo en este mundo que tenemos, hay una disputa de agenda fundamental, que es lo que aparece en el imaginario social. ¿Qué es lo que la gente considera que son problemas fundamentales de nuestra sociedad?

Habrá una superación de la sociedad de la explotación cuando los trabajadores se vuelvan la clase hegemónica dominante. Porque los trabajadores no tienen nada para perder. Viven de su trabajo, no explotan a nadie. Producen riqueza y no producen especulación. Son solidarios en el trabajo y no son egoístas unos en contra de los otros. Los trabajadores son el modelo de espacio público que necesitamos para superar el neoliberalismo.

Muchas gracias