El Juez Carlos Rozanski Ha asumido con entera responsabilidad la sustanciación de los juicios contra los delitos de lesa humanidad; siendo íconos de los mismos el juicio a Echecolatz, en el que se sentó jurisprudencia sobre el genocidio perpetrado por el terrorismo de estado durante la dictadura militar.
El día anterior a la sentencia que estableció la cadena perpetua a Echecolatz, desapareció el testigo clave Jorge Julio Lopez, en plena democracia, intentando desde los sectores que realizaron actos aberrantes durante la represión, restablecer el terror y la desazón.
El Tribunal que él preside, viene sosteniendo un respetable trabajo comprometido con la justicia, y tanto el Juez, como el personal del Tribunal, están sufriendo desde hace unos meses el recrudecimiento de las amenazas que comenzaron en épocas del juicio a Echecolatz.
Con la misma saña que en la dictadura, amenazan también la vida de niños, intentando frenar a través del terror la actividad que debe seguir realizando el Tribunal, en el marco de los Juicios por Memoria, Verdad y Justicia.
Nos solidarizamos con el Juez Rozanski y el personal del Tribunal Federal Oral Criminal N° 1, y esperamos la pronta intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para que se esclarezca y se frene la acción intimidatoria que siguen generado quienes sostuvieron en nuestro país la nefasta trama de terror y exterminio.
María Reigada - Sec. de Derechos Humanos
Daniel Perez Guillén - Sec. General Adjunto
Raúl Calamante - Sec. General Adjunto
Roberto Baradel - Secretario General