, por Gabriel Conte

Fuente: mdzol.com

Declaraciones de Hugo Yasky en Mendoza

El secretario de la CTA, Hugo Yasky, evaluó a 2014 como "muy difícil" e indicó que "es la primera vez desde 2003 en que los salarios están por debajo de los precios". Además, se animó a hablar de la evaluación del trabajo de los trabajadores estatales y criticó a los gremios que buscan "una escalada inflacionaria", como la UTA, que reclama un incremento salarial del 50 por ciento.

¿Cuál es la evaluación del año que termina?

 El que cierra es un año que fue muy difícil. Es la primera vez que los salarios quedaron por debajo de los precios. Desde el 2003 hasta ahora no había pasado. En la puja distributiva, los sectores económicos lograron imponer su fuerza, que consistió básicamente en la remarcación de precios que fue desmedida, que no tuvo que ver con ninguna razón de tipo económico ni con lo que se denominan "las leyes del mercado". Simplemente, con el hecho de imponer su fuerza. Pero los trabajadores hemos logrado que la desocupación no crezca más allá de un número que es absolutamente manejable en términos de lo que significa la pérdida de capacidad de presión de los gremios. Si la desocupación hubiese pasado los dos dígitos como algunos preanunciaban y pretendían, evidentemente para el año que viene paritario, hubiésemos estado con las manos atadas. El hecho de que la desocupación se mantenga en niveles razonables y muy por debajo de los niveles de los 90, nos deja de cara a un próximo año en que sabemos que vamos a ir con fuerza a recuperar lo que hemos perdido en términos de salarios.

Resulta interesante escucharlo hablar comparativamente con los años 90. Pero el cortoplacismo de quien tiene que utilizar su salario hoy, no resiste ese análisis. Hay gremios como la UTA que está pidiendo un aumento del 50%. ¡Cómo evalúa usted ese pedido?

 No tiene absolutamente ningún fundamento. A los trabajadores no nos conviene escupir contra el viento.

A ver, ¿cómo es eso?

 ¡Y claro! La inflación no es el negocio de los trabajadores, sino de los poderosos. Este fue el año en que más inflación hubo y en el que peor quedamos los trabajadores. En conclusión, no nos conviene un escenario de inflación. Si yo salgo a plantear un aumento del 50% que no tiene ningún asidero en la realidad, simplemente lo que estoy planteando es "vayamos a otro año en donde la presión inflacionaria sea muy alta", "vayamos a otro año en donde vamos a perder". Así de simple.

Lo que usted dice es que apuesta a una carrera inflacionaria.

 Claro. Un dirigente sindical tiene responsabilidad: hay que decirles a los trabajadores las cosas como son. Si tenemos inflación alta, es una pérdida total para los trabajadores. Aun, estando en una actividad subsidiada, como lo es la del transporte de pasajeros.

Una cosa de la que poco se habla en los medios, porque siempre estamos urgidos por la cuestión salarial, es sobre la formación y la "utilidad" de los trabajadores estatales. El Estado no puede funcionar sin sus trabajadores. Pero también hay un incremento muy grande de las plantas de personal a instancias de la política. ¿Ha sido así en los últimos años? ¿O usted cree que se está incrementando en la medida en que hace falta?

 Yo creo que históricamente en la Argentina, sobre todo en muchas provincias del país cuyas economías regionales estuvieron castigadas, el trabajo en el sector público fue como una especie de seguro de desempleo. Hemos tenido en provincias del NEA y del NOA trabajadores que tuvieron como único horizonte laboral al sector público. De todas formas, yo creo que esto se ha ido en algunos lugares corrigiendo y en otros, distorsionando. Porque hay provincias que han empezado a utilizar los fondos de los planes sociales para sustituir trabajo que debería tener convenio en el sector público. En muchas provincias uno se encuentra con que los auxiliares de la educación, o sea, lo que se denomina en Mendoza los celadores, los porteros de las escuelas, son cargos que se cubren con personas que cobran planes sociales. Sin ir más lejos, la provinc ia de La Rioja. Allí hay una distorsión a la inversa: trabajo que debería estar conveniado, trabajo del sector público que debería ir a incorporación a planta, tiene salario precario y tira para abajo el del resto de los empleados públicos.

¿Desde el sindicalismo ven alguna posibilidad de que se evalúe a los trabajadores estatales? Hay una puja entre los sectores privados que dicen: "yo tengo un trabajador y lo tengo que evaluar y capacitar para que trabaje como la empresa lo necesita. Desde el sector estatal está la creencia de que el que entra no se va nunca más y nadie lo evalúa ni capacita.

 Son cuestiones que en muchas jurisdicciones y a nivel nacional se están resolviendo. Existen políticas de formación y de evaluación. Muchas veces los sindicatos desarrollamos una tarea importante en ese sentido. Creo que la formación de los empleados del sector público es un derecho que tienen los trabajadores y en ese sentido, se están produciendo cambios.

Cristina habló este fin de semana al celebrar los 31 años de democracia y los derechos humanos. ¿Cómo evalúa usted el discurso?

 Fue un discurso con mucho contenido, porque reivindicó lo que en estos diez años fueron avances enormes que hubo en el terreno de los derechos humanos. Vamos a tomar dimensión histórica de lo que fue esto cuando se aquieten las aguas, los escozores de algunos sectores de oposición pasen y entonces quede lo sustancioso, que es que la Argentina saldó una deuda histórica con la democracia. Porque mantener la mugre bajo la alfombra que significaba la impunidad de los represores era algo que iba a inviabilizar a la larga cualquier proyecto democrático que nos planteáramos en nuestro país.